Despacito y buena letra
“Que el hacer las cosas bien, importa más que hacerlas” decía nuestro gran Antonio Machado.
Podemos está cargado de problemas y confrontaciones internas, para levantar cabeza de sus fracasos electorales, y de las luchas por el poder y la definición de que partido son y que quieren ser cuando sean mayores. Que no son cuestiones baladí, estos factores constituyen una seria crisis, con todas las de la ley, la que está sufriendo Podemos. Pero no pierden la ocasión, para aprovechando el estado de máxima debilidad del PSOE, Podemos vuelve a la carga, a zarandear a los socialistas.
Hace unos días los dos diputados de la formación morada, ha dado por roto el acuerdo de investidura con el Presidente de Castilla - la Mancha, Emiliano García Page. Ahora es el Gobierno de Aragón el que está en el punto de mira de Pablo Iglesias y sus seguidores.
Después de la dimisión de Pedro Sánchez y la creación de la Comisión Gestora que preside Javier Fernández, el Secretario de Organización de Podemos y líder de ese partido en Aragón, Pablo Echenique ha avisado este lunes 10 de los corrientes que: Si el PSOE termina absteniéndose para permitir un Gobierno del PP en España, esa postura puede “Tener consecuencias” en la Comunidad donde el socialista Javier Lambán gobierna gracias al acuerdo de investidura que alcanzó con el partido Podemos tras las elecciones de 2015.
“No sería cosa menor, que el PSOE acabe facilitando un Gobierno del PP en Madrid, y que el Presidente de Aragón, Javier Lambán haya tenido un papel protagonista en todo esto. No es un debate menor y como tal tiene que tener consecuencias”
“No nos podemos quedar inmóviles en Aragón si su Presidente, ha facilitado eso, si finalmente se acaba dando”. Ha ahondado el número dos de Podemos.
Y más advertencias non faltan, este mismo lunes 10 de octubre, se han producido en la Comunidad Valenciana y en Baleares donde los socialistas Ximo Puig y Francisca Armengol, gobiernan gracias a Podemos.
Dos crisis superpuestas la del PSOE y la de Podemos no están favoreciendo el encontrar una salida al actual bloqueo parlamentario, ni a la investidura de un Presidente para un Gobierno estable en nuestro país.
Es verdad que el tiempo, no se puede parar, corre como el viento sobre todo cuando los problemas que hay que resolver tienen fecha de caducidad.
A mí me parece que la gobernabilidad de un país como el nuestro es necesaria, si no lo hubiera gobierno en estas circunstancias. no podría ser un Edén. “Sería un caos magistral”. Pero lo que se hace necesario es un Gobierno que garantice que va a gobernar bien o medianamente bien durante sus cuatro años de legislatura. Es decir sin corrupción y velando como se suele decir por los “Intereses generales de los españoles”.
Por el contrario, forzar hoy en base a la justificación por la situación económica, el Déficit, la Deuda, Pensiones, Paro, Desigualdades, Pobreza, la temporalidad mal pagada, etc. La misma situación que había en el 20-D, y facilitar hoy, el Gobierno a un partido como el PP que va a estar además en la más absoluta minoría, me parece una aberración.
Pero esa posibilidad puede darse si al final de la corrida, el Comité Federal del PSOE se pronuncia por la abstención ante la presumible investidura de Mariano Rajoy, hoy pendiente de esa decisión del órgano de dirección socialista.
Pero el periodo de tiempo que ha transcurrido hasta que se convoque el Comité Federal y decida, presumiblemente la abstención, se está encontrando con la reacción lógica, legítima y estatutaria de miles de militantes del PSOE que ante tanto descalabro, y golpes de Estado, y la desconfianza ó el convencimiento de que la Comisión Gestora va a ser incapaz de “Normalizar y pacificar” la vida politica del PSOE, exigen la Convocatoria de un Congreso Extraordinario. Alcanzar las firmas necesarias y que estas sean admitidas por la Gestora está por ver, lo que vendría a complicar la “Normalización”.
Pero que, Javier Fernández, frente a esas peticiones, haya expresado que: “La tendencia a la democracia directa no está en la cultura del PSOE, que no es una organización partidaria de los plebiscitos, y tiene una cultura representativa”.
Han sido manifestaciones, fuera del tono estatutario del que se inhibe el Presidente Javier Fernández, y que se resume, en que la Comisión Gestora no está por dar la palabra a los militantes del PSOE, y eso es un error de dimensiones mayúsculas, que se sitúa a años luz de la realidad, de lo que está pasando en el PSOE y en el mismo país.
Yo, personalmente, no veo trazas de que la Gestora vaya a encontrar una salida “Juntos y pacificados” a la actual situación interna del PSOE.
Habría pues, que abandonar el “Mantra” de primero España y luego el PSOE, que plantearon Susana Díaz y su corte de Barones, porque además parece una consigna como las de aquella época, que con el brazo en alto, se decía ¡España Una Grande y Libre! Y mientras los españoles estábamos una buena parte en las cunetas, otros en las cárceles o muertos de hambre, con las cartillas de racionamiento.
Cuando el “20-D” Pedro Sánchez se presento para intentar la aprobación de su investidura, la situación económica en el país, era la misma que tenemos hoy. Se habían incumplido los compromisos del Déficit, la Deuda estaba por las nubes, las pensiones al borde de la quiebra del Sistema, el paro seguía siendo el que tenemos, y las desigualdades e injusticias, junto a la corrupción en la que estaban implicados altos cargos del PP eran las mismas que las que tenemos. España era el “Buque insignia” de los mayores desastres económicos entre los países de la UE.
Sin embargo, ni Mariano Rajoy, ni el PP, ni nadie en este país reprochó tras el 20-D, el comportamiento de PP y Podemos por su No a Pedro Sánchez. Estando en la misma situación económica, tan dramática como la que tenemos ahora con la llegada del otoño.
Creo sinceramente, que deberíamos tomarnos un baño de serenidad todos, porque ni el que grita más, ni el que piensa que el mal del otro le beneficia a él, nos va a llevar por la senda de la acertada solución. Sino que, si se continúa en esta situación, los lamentos de hoy aún se podrían quedar en pañales. Porque lloraremos a mares...
La crisis del PSOE, hay que superarla en cuanto antes y en primer lugar, porque por el mismo principio con el que se apela a este partido, para que facilite la investidura de Mariano Rajoy. Si ahora se facilitase el Gobierno a Mariano Rajoy, en estas circunstancias económicas políticas y sociales, sinceramente creo, que sería una catástrofe para el propio PSOE, y por supuesto para España.
Si esas circunstancias se dieran, España se encontraría con un Gobierno de una debilidad e inestabilidad muy frágiles, y sujetas a las primeras de cambio a sufrir por ser un Gobierno minoritario que ante los presupuestos 2017, y otras medidas de recortes, la no aprobación por el Congreso de los Diputados. Y a muy breve plazo a perder la Moción de Censura que le presenten desde la mayoría parlamentaria de la Cámara.
Y será quizá no muy tarde que llegaremos a esa situación. Mariano Rajoy deberá presentar su dimisión al Rey. Y nuevas elecciones.
Y yo me pregunto ¿Por qué no se resuelven primero las crisis, en lugar de ignorarlas y a caballo sobre ellas como si no pasara nada, se toman decisiones que no conducen a resolver el gran problema que tenemos?
Porque ni la crisis del PSOE se va resolver con la abstención y que Mariano Rajoy siga en La Moncloa. Ni la crisis de Podemos va a solucionarse con la radicalización de Pablo Iglesias.
Puede parecer idílico y fantasioso el supuesto que estoy haciendo. Para resolver las crisis: “Despacito y con buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que hacerlas”. Porque es la pura realidad, o se resuelve la crisis del PSOE ó no será posible salir con Gobierno o sin él, de esta encrucijada de problemas de intereses e incapacidades.
Entonces para que correr empeñados que haya ¡Ya! un Gobierno, además el de la ruina para este país: El de Mariano Rajoy y del PP.
Eso cuando suceda, – me da la impresión que está ya decidido -, va a agudizar la crisis en el PSOE, que no se va terminar con esa actitud, sino todo lo contrario, y junto a la decisión y el claro empeño de la Comisión Gestora de no convocar el Congreso de inmediato, ni de dar la palabra a los afiliados para facilitarle a Susana Díaz el tiempo que necesite para desarrollar su estrategia para alcanzar el liderazgo del PSOE. Puede llevar a situaciones muy peligrosas para el PSOE, y para el país.
Porque los intereses de España, han sido siempre bien defendidos en los periodos de Democracia, con un PSOE fuerte y democrático. Y sin él España, no será España. Al menos la que necesitamos.
Por otro lado, la radicalización de Podemos si Pablo Iglesias gana la batalla interna en Podemos por el poder y la radicalización. Podrá presumir seguramente de ser el líder de la izquierda, porque el “Sorpasso” por fin, lo habrá logrado, no en las urnas, sino gracias a la crisis del PSOE. Y será inclusive para los poderes de este país, hasta bien visto, porque jamás de los jamases, será la alternativa de Gobierno frente a Rajoy y otras fuerzas económicas.
Si ahora fuéramos a otras elecciones, se tendría el tiempo para clarificar muchas cosas, y arreglar otras. En el PSOE y en Podemos. La ciudadanía también podría reflexionar de este complicado y complejo periodo y que nos ha tocado vivir, incluso podría decidir de nuevo con su voto, la salida real de esta encrucijada.
Pero me temo que no va a ser así. Porque lo que escribió Nicolás Maquiavelo: “Es preciso que el príncipe tenga una inteligencia capaz de adaptarse a todas las circunstancias, y que, no se aparte del bien mientras pueda, pero que, en caso de necesidad, no titubee en entrar en el mal”. Aun inspira como asesor, a más de algún político en todos y cada uno de los partidos políticos de este país.