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La amarga victoria de Pablo Iglesias

    La "victoria de Pablo Iglesias" en el reciente Congreso de Podemos, si bien le ha servido para desplazar a Errejón y a los de su sensibilidad, a mí me parece que no le va a servir para que presuma mucho tiempo de esa victoria.

    Porque la victoria de Vistalegre, ha sido una "victoria pírrica", amarga, porque los hipotéticos vencedores, no van a tener un futuro muy esperanzador. El rechazo al parlamentarismo que según los "triunfadores del Congreso" no sirve para doblegar al gobierno, y la apuesta por las movilizaciones callejeras, solo le han servido hasta el momento, para poder realizar "las purgas" que Pablo Iglesias ha decidido.

    Pero de hecho, han situado a Podemos en el escenario de las esperpénticas intervenciones y declaraciones de ese Mesías Caudillista, que hoy sigue liderando su partido, y que tras los desplazamientos en las filas de sus escaños, de quien ha querido. ¿Qué ofrece Podemos como alternativa? Podemos no ha quedado servible para nada, que efectivamente sirva para algo.

    Porque una cosa está clara: La victoria de Pablo Iglesias, no les ha situado en la rampa de lanzamiento de un proyecto de país serio y posible. El bla, bla, bla y la manifestación callejera por la que han apostado, les parecerá muy bien, ese es su proyecto. Pero de ser capaces de elaborar y ofrecer un proyecto alternativo de país, de gobierno y de políticas creíbles, es otra cosa, de la que ni Podemos ni Pablo Iglesias están en condiciones de elaborar y ofrecer.

    Podemos se ha situado con esas conclusiones congresuales, en el extra-radio de la actividad política que se necesita en nuestro país, para lograr los cambios de Gobierno y de políticas. Y Podemos, sin temor al ridículo, podrá convocar las Huelgas Generales que quiera Pablo, y podremos escuchar los "eructos políticos" en las intervenciones de la nueva portavoz, y utilizar la técnica de las palabras huecas, para levantar de la silla a quienes asistan a sus actos, - que eso es muy fácil - pero se levantan indignados porque están ya hartos de tantos problemas por resolver, no porque se crean que se van a solucionar, por lo que dice y con lo que propone este líder. Con esa estrategia Podemos no ofrece ninguna alternativa, para ningún cambio.

    Ahora sin embargo, hay un interrogante planteado. ¿Qué va a hacer Iñigo Errejón? Y todos los que están en la misma órbita del pensamiento político-ideológico y organizativo de este serio, sensato y capaz dirigente, en el contexto de los resultados de Vistalegre II, del que hay salido derrotado.

    Como lo improbable, no quiere decir que sea imposible, yo quisiera adentrarme en lo que a mi juicio podría ser la respuesta a ese interrogante, que muchas personas supongo que se lo están preguntando.

    Si como es previsible, en las próximas Primarias del PSOE, es Pedro Sánchez quien sale triunfador por el apoyo mayoritario de militantes de ese partido, y en el Congreso se aprueba el documento programático de una "Nueva Socialdemocracia", esos resultados le van a poner muy difícil a Pablo Iglesias, mantenerse en los postulados que defendió en el Congreso.

    Y es que a veces, el que resulta vencedor en un comicio, como ha salido este líder de Vistalegre II, a corto y medio plazo, acaba perdiendo de todas, todas, sus posibilidades de éxito de sus postulados, y el fracaso pues de sus victorias pude ser evidente en un periodo breve de tiempo. Y eso sinceramente es lo que me parece a mí que le va a suceder al líder de Podemos.

    Aunque ahora, lo más importante es que Pedro Sánchez, siga cosechando los apoyos que le manifiestas miles y miles de militantes, que son ya la mejor garantía para hacer posible el giro copernicano que necesita la socialdemocracia en nuestro país.

    Yo creo que hay que rechazar las críticas que emanan interesadamente, y con gran desatino por cierto, de la Comisión Gestora y de los "Lumbreras autonómicos" que están en contra de esa nueva concepción que el PSOE necesita y de una actividad política autónoma de la derecha y los poderes facticos, que requieren una concepción superadora de los errores de la socialdemocracia y de sus prácticas políticas.

    Y llegado ese triunfo del principal partido de la oposición, a mí me parece que Pablo Iglesia no va a sentirse muy cómodo, entre su estrategia populista y la oportunidad de hacer política seria, en serio y vaya a estar dispuesto a iniciar una dinámica convergente con Pedro Sánchez y el PSOE.

    Porque yo me imagino, que las tripas de Pablo Iglesias, aún las tiene que tener sucias y revueltas desde su coincidencia con Mariano Rajoy para decir No a la investidura de Pedro Sánchez. Y sus reiterados fracasos, del "Sorpasso", de sus aspiraciones a la Vice-presidencia del Gobierno, aún deben revolotear en su cabeza.

    Pero la realidad hacia la que vamos, es que con el triunfo de él proyecto de PSOE y su acción política que plantea Pedro Sánchez, entre ella la consecución de la convergencia con otras fuerzas como Podemos, o Pablo Iglesias cambia radicalmente su estrategia, - y yo lo veo pero que muy complicado que lo lleve a cabo - o será Iñigo Errejón y el sector que este dirigente ha liderado, quienes deberían iniciar una nueva etapa donde la superación de la controversia política, con planteamientos serios hiciera posible la convergencia entre el PSOE y Podemos, que pueden ser las fuerzas que se necesiten como la única alternativa de izquierdas que se puede abrir paso en este país.

    Porque el futuro de cambio y de progreso en nuestro país, que permita cambiar el actual modelo económico y social neoliberal, necesita establecer y potenciar las alianzas necesarias con otras fuerzas políticas que coinciden en la necesidad de desarrollar una democracia avanzada en lo político y que en lo económico haga progresar la justicia social.

    Y para esa tarea Pedro Sánchez y el documento "SOMOS SOCIALISTAS" ya lo está planteando, porque son conscientes que poner fin al Gobierno de Mariano Rajoy e iniciar las políticas de progreso y consolidando las mismas, requieren unas políticas inequívocas de alianzas políticas que, lo hagan posible.

    Por esa razón, Pablo Iglesias debería ir abandonando sus estilos políticos. La forma de hacer política seria, no pasa hoy por los insultos de "la cal viva" ni tampoco ahora con las amenazas que hoy decenas de periodistas han pedido amparo por sentirse "acosados y presionados" por Podemos, y que han llevado a la Asociación de la Prensa de Madrid a exigir a ese partido que acabe con la campaña de acoso personal contra profesionales de distintos medios.

    Yo tengo el convencimiento que con esos planteamientos entre los políticos y los medios de comunicación, que es ya viejo, viene de lejos, Pablo Iglesias al igual que Trump, consideran a los medios y los profesionales como poderes facticos que influyen y condicionan la opinión pública sin que estos hayan pasado por las urnas.

    Iglesias tiene una visión profundamente confusa, porque considerar a los medios de comunicación un poder no electo, y que la existencia de diversos medios, no le parezca adecuado, es solo un error garrafal. A mí me parece, además del error, que esas opiniones pueden ser atribuibles a un precoz Alzheimer que le ha llevado olvidar cuando desde algunos medios le abrían sus programas televisivos o desde sus páginas, que le permitieron construir su imagen pública.

    Por todo ello, y por más razones, me pregunto para qué le ha servido su "victoria a Pablo Iglesias", y tengo mis dudas de que sea capaz de "desandar" el populismo andado y desarrollado gracias a determinados medios de comunicación.

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