Alberto Garzón: sus ignorancias y comparaciones
En mis observaciones de la realidad cambiante, siempre me he guiado por un principio que es bueno tenerlo en cuenta, a la hora de opinar sobre cualquier declaración de cualquier persona. Siempre he considerado, que “Quien no sabe de dónde viene, tendría muy difícil, saber a dónde va”.
Y esas acertadas convicciones mías, las ha venido a corroborar Alberto Garzón, líder de las IU fundidas en Podemos, y con los radicalismos de Pablo Iglesias, al afirmar en unas recientes declaraciones que: “El populismo de Iñigo Errejón, era el mismo error que el Eurocomunismo de Santiago Carrillo, Secretario General del PCE, durante el periodo de la Transición de la Dictadura a la Democracia”.
Esta flagrante falsificación histórica, de Garzón, constituyen un error histórico tan garrafal, que merecen una contestación más rigurosa, real y objetiva, que este personaje no ha tenido en cuenta con esas declaraciones.
Porque escuchar la tergiversación que ha hecho, de la verdad histórica, de nuestra cercana historia, y permanecer callado, seria para mí, convertirme en el cómplice de este “manipulador de la verdad”.
Es evidente, que las afirmaciones de este jovenzuelo Alberto Garzón, han mostrado que no tiene “Ni puta idea” – y perdón por la expresión – de lo que fue la Transición, Y por eso se merecen, salir al paso de estas deformaciones, de las grandes mentiras que se ha sacado de la manga, y dar la respuesta que se merece. Sobre todo, para dar a conocer a las jóvenes generaciones que estén interesados, por conocer la “Realidad de lo que sucedió, y el porqué en la Transición de la Dictadura a la Democracia”.
Este “líder”, no es la primera vez que ha manifestado falsas opiniones sobre el PCE, que han evidenciado la ignorancia deliberada de la realidad y ha tergiversando a placer, los hechos y las circunstancias que hicieron posible la Transición de la Dictadura a la Democracia, en nuestro país, y por eso afirmó hace unos meses, que en aquella época el PCE ejerció de “izquierda domesticada” por los poderes políticos.
Por esas afirmaciones que no solo son un error, sino un grandísimo insulto a los miles de hombres y mujeres que luchamos para hacer posible la Libertad y la Democracia en nuestro país. Y que aún seguimos convencidos que con esas conquistas podremos avanzar hacia una España mejor.
Yo no tengo ninguna carrera universitaria, - que no es el caso de Garzón-pero tengo sobradas razones y una suficiente carga de argumentos por haber luchado en esa etapa histórica, en la clandestinidad, y en la Transición, que me permiten hoy, aclarar el papel de Santiago Carrillo, y del PCE, así como del “Eurocomunismo y Estado”. Una obra que tuvo una gran repercusión ya que en ella Santiago Carrillo, en mi opinión, definió una concepción estratégica autónoma, en trance de elaboración, nacida de una experiencia propia y de una realidad concreta, que constituyó el único modelo revolucionario posible en los países capitalistas desarrollados. Una concepción, bien alejada del servilismo a la URSS y del estalinismo reinante en los partidos Comunistas.
Algunos de los rasgos fundamentales del “Eurocomunismo y Estado”, fueron: El pluripartidismo, la vía parlamentaria y, muy especialmente, la consideración de que las libertades democráticas y los derechos humanos representan “Un logro histórico irrenunciable del progreso humano”.
Las conclusiones a las que llego Santiago Carrillo, en ese ensayo que fue el Eurocomunismo, fueron propias de la inteligencia política de su autor, que por sí solo, son suficiente para poder rechazar las acusaciones de Garzón, cuando ha afirmado que: “El PCE ejerció de izquierda domesticada”.
¿Pero este aprendiz de Anguita? que sabe, de la Transición, de sus razones y del porque fue posible llevarla a cabo.
Si hoy se puede plantear el Tema de la Memoria Histórica, como no se pudo hacer en 1977 y 1978 en el periodo de la Transición, fue por algo muy sencillo, que a veces cuesta trabajo entenderé a algunas personas que como Alberto Garzón y otras, con sus críticas a la Transición, ignoran deliberadamente, que el fascismo en España, no desapareció de la misma manera que desapareció en Europa.
En Europa, el fascismo fue barrido militarmente, juzgados y condenados sus líderes, colgados en Núremberg, y en otros sitios otros, mientras que en España, - y esto es algo que no se puede olvidar -, acabamos con la Dictadura franquista, con una alianza no declarada, pero tácita, concebida entre la izquierda de este país, el PCE y el PSOE, la oposición democrática y una parte del franquismo que fueron, “Los reformistas del franquismo organizado”.
Y se tuvo que hacer así, porque la Guerra, y la represión habían dejado condiciones en las cuales “No había quien se plantease –salvo el PCE y algunos grupos – la tarea de derribar al franquismo”.
Lo que se planteaba desde la oposición democrática, era reemplazar, substituir lo que había, porque la tarea de derribar la Dictadura, no existió más que en una minoría, que: “NUNCA FUE SUFICIENTEMENTE FUERTE PARA ROMPERLA”. Un factorque a veces algunos politólogos, lo olvidan, para llegar a conjeturas basadas en inexistentes puntos de partida, para llegar a las aberraciones que ha mostrado Garzón.
Pero aprovechando la brecha, que se produjo en el bando franquista, ¡SI! UNA BRECHA en el bando franquista – en un momento - en que la burguesía española, necesitaba unirse al proceso de globalización capitalista que se desarrollaba, y empezaron a desarrollarse una serie de preguntas, y cuyas respuestas coincidían en que: “La existencia de la Dictadura era una grandísima dificultad para vincularse a ese proceso”.
Y esa posición, surgida de la necesidad de la burguesía española, fue la que unió a los reformistas del franquismo, incluso a algunas gentes de la oposición, fue “la brecha” que se aprovechó para poner fin al régimen franquista, y para abrir “Un proceso democrático en España”.
Y se sabía por parte de las fuerzas políticas de izquierda, PCE y el PSOE, que por ese camino, las cosas serían más largas, que la “Democracia Española”, tendrían X defectos, que no sería una Democracia tan pura y tan limpia, como las que se habían logrado en otros países con la derrota militar del fascismo y la ejecución de sus dirigentes.
Y esa fue, y era la “UNICA MANERA” de salir a una situación democrática, en la cual las fuerzas progresistas, las fuerzas legalizadas, pudieron ponerse en tanto, a partir del tiempo y del sufrimiento de nuevas generaciones, a actuar. Y claro que, en ese momento tan importante para España y los españoles, ya se comprobaba cuan dura y difícil era la derecha española.
Porque teníamos una derecha “Primitiva, Carpetovetónica”, con aires y presunciones de ganadores de la “Cruzada contra la República” que subyacían, y que hasta hoy en el 2017 siguen siendo una derecha profundamente reaccionaria, no compatible con la derecha europea.
En honor a la verdad, vale la pena decir que la derecha española, no quería la Democracia, o quería una Democracia tan limitada que apenas se pudiese llamar Democracia. Pero fue la izquierda política de la Platajunta quien se empeñó hasta conseguir un Democracia plena.
Pero así fue, y así lo viví en esos años de apasionante lucha por la Libertad y la Democracia en nuestro país, en la que participe modestamente, pero con todas mis fuerzas.
Teníamos y tenemos, un derecha muy bien representada por el PP, que a fuerza de mentiras, manipulaciones y de su corrupción, siguen gobernando en minoría, - entre otras, gracias – al ¡NO! a la investidura de Pedro Sánchez, que decidieron al unísono Podemos, Pablo Iglesias y Alberto Garzón con el PP.
Y ahora, por si alguien aún no se ha enterado, seguimos teniendo una derecha, el PP que aunque sea el partido más votado – hasta ahora – con su política, sigue buscando desesperadamente la destrucción de las fuerzas de izquierda.
Por eso, ante las amenazas de convocar nuevas elecciones, si el PSOE - versión Gestora y Susana Díaz – no le aprueban los PGE 2017, Mariano Rajoy apuesta que no sea Pedro Sánchez quien salga elegido Secretario General del PSOE, porque éste ya ha anunciado que si es elegido por los afiliados, Mariano Rajoy no va a contar con la aprobación de sus presupuestos, sino que además el PSOE será la oposición seria y coherente como corresponde a un partido de izquierdas como es el PSOE.
Y ahora, que más que nunca, hay que poner fecha de caducidad al Gobierno de esa derecha “troglodita y corrupta”, y cuando ello requiere optar por el único camino posible, dar el voto a Pedro Sánchez en las Primarias, para que vuelva a ser el Secretario General del PSOE. Es el “alumno de Julio Anguita” Garzón, quien se descuelga con falsas acusaciones históricas del papel jugado por el PCE y las desafortunadas comparaciones del Populismo de Iñigo Errejón y el Eurocomunismo de Santiago Carrillo.
Atribuir al PCE de Santiago Carrillo que ejerció “De izquierda domesticada” por los poderes políticos, y la comparación del Populismo de Iñigo Errejón con el Eurocomunismo, han sido “bastardas opiniones”, que si hubiera en nuestro país, Tribunales que Juzgaran a quienes tergiversaran nuestra historia, Alberto Garzo lograría una grandiosa condena.
Es mi más absoluto convencimiento, el que Alberto Garzón no debe haber leído el “Eurocomunismo y Estado”, ni que ha aprendido nada, de las posiciones políticas serias e inteligentes que Iñigo Errejón ha defendido en Vistalegre II.
Vamos, que Alberto Garzón nos ha venido a mostrar con esas declaraciones, después de la integración/disolución de IU en Podemos que quizá, ese es el precio que ha tenido que pagar a Pablo Iglesias, para continuar siendo Diputado de Unidos – Podemos.
Porque en honor a la verdad que ha ocultado Garzón, en la “Historia de la Transición”, le doy un suspenso, unas calabazas monumentales.
Y como siempre se hay dicho, que las comparaciones “son odiosas”, declarar que: “El Populismo de Iñigo Errejón cometía el mismo error que el Eurocomunismo de Santiago Carrillo” más que odiosas son la Historia ficticia que ha contado Alberto Garzón.
Una pena de muchacho, tan joven y tan mentiroso. Debería pedir perdón a todos los que luchamos por una España mejor, porque con sus declaraciones y actuaciones políticas con Pablo Iglesias, lo que está haciendo posible es que hoy siga Mariano Rajoy de Presidente del Gobierno.
En primer lugar, faltas a la verdad, Garzón jamás ha renegado el papel de PCE en la transición, lo que sí ha dicho como también manifiesta entre otros, Julio Anguita, el conformarse después con lo que se tuvo aceptar por la correlación de fuerza. El no luchar por construir una alternativa de izquierda y conformarse con ser satélite del PSOE, por cierto, donde acabaron la mayor parte de la corriente de Santiago Carrillo. Una izquierda domesticada que acepta el juego de los poderes económicos.