De sobresalto en Sobresalto, de Juan Rosell a la FAES

Nosotros y nosotras, los y las que subsistimos de un salario, las trabajadoras y trabajadores, los curritos de toda la vida vamos, nos levantamos día si y día también con el sobresalto metido en el cuerpo, pues llevamos demasiado tiempo sufriendo reformas que han ido dejando muy maltrecho nuestro estado de bienestar: aumento del número de parados, muchos de los cuales han dejado de cobrar algún tipo de prestación y por ende futuros jubilados que han ido perdiendo poder adquisitivo; deterioro de la sanidad y la educación e incremento de los copagos y los conciertos; desaparición de la ayuda de dependencia y el impago de las becas de estudios; incremento de las tasas judiciales y del esfuerzo fiscal; disminución de los salarios a los funcionarios en un 30%; y una inversión en servicios sociales que es la más baja de Europa.

Y esta semana empezamos sobresaltándonos al leer que el presidente de la CEOE, Juan Rosell, afirmó que un millón de amas de casa se habían apuntado al paro para cobrar algún tipo de subsidio futuro.

Desde luego queda bien claro el desprecio de este señor hacia el trabajo doméstico que desarrollan, fundamentalmente, las mujeres y para el que se lleva años reclamando tener en consideración desde la administración, pues es un pilar muy importante de la economía nacional, además de evidenciar la poca importancia que le da a eso de la igualdad efectiva de hombres y mujeres en cuanto al derecho al empleo.

Pero no ha sido el único sobresalto de los últimos días, pues también nos encontramos en los medios de comunicación a nuestro Gobierno de España coincidiendo con algunos representantes de la CEOE y de la FAES en la idea de una nueva necesaria e imprescindible vuelta de tuerca en la ya reformada condición fiscal y laboral de los ciudadanos.

Sin ningún tipo de escrúpulos ni vergüenza, ahora nos quieren hacer creer que el salario mínimo establecido por el Gobierno es demasiado alto (654,30 euros al mes), pues según ellos, es perjudicial para la contratación y su propuesta es que se elimine o que se establezcan diferentes niveles para los distintos grupos de población y también opinan que nuestro sistema de prestaciones es altamente generoso y desincentiva la búsqueda de empleo.

Sin embargo, la OCDE en su último informe situaba a España como el país que más había incrementado la desigualdad a consecuencia de la crisis. Mientras que la renta anual de la población más pobre descendía más de un 40%, la renta de los más ricos solo descendía un 5%.

Y ahora la reforma que nos acabará imponiendo el Gobierno de España habla de una rebaja de casi 5 puntos en las rentas más bajas, pero lo que no cuentan es que los ciudadanos que pudieran beneficiarse apenas tienen que tributar, en cambio a las rentas más altas les rebaja 8 puntos.

Lo que no cuentan es que los ciudadanos estamos pagando a todos los chupópteros que viven entre los consejos de Ministros, los de las comunidades autónomas y los consejeros de las grandes empresas.

Lo que no cuentan es que los ciudadanos hemos pagado el fracaso y la deuda del sistema bancario.

Y lo que no cuentan es que todo responde a una estrategia para que dentro de Europa, la mayoría de los ciudadanos españoles seamos ciudadanos de segunda categoría, para que otros, una minoría sigan siendo eso...una minoría corrupta y corrompida que utiliza su posición para conservar su situación a costa de lo que sea.

Y aunque después de esto es difícil pensar que nuestros gobernantes puedan ser más perversos, aparece el presidente del gobierno con esa antidemocrática reforma electoral que propone y para rematar la faena, sale publicado el sábado (con evidente nocturnidad y alevosía) un Decreto Ley que modifica más de veinte leyes y que poco va a poder tratarse en el Congreso… ¿alguien da más?

Lamentablemente estoy segura que algún otro sobresalto nos espera en breve. Que ustedes lo pasen bien y no se sobresalten.