Participando, que es gerundio
Todas y todos formamos parte de la sociedad y la construcción de nuestro entorno, y de nuestra propia, realidad dependerá de nuestra forma de participar en ella, activa o pasivamente.
Para mí, la palabra participación tiene una gran importancia pues llevo muchos años ejerciendo la ciudadanía participativa en diversos movimientos… primerofue enel mundo de las AMPAs y ahora en el movimiento vecinal.
…Por qué ¿qué es si no la democracia?, ¿en qué se queda?, ¿solo en ir a votar cada cuatro años?... Y eso con suerte, pues en estos momentos hay una gran parte de la ciudadanía, decepcionada con la política, que ni siquiera tiene en mente ejercer su derecho al voto pensando que… total va a ser más de lo mismo… sin darnos cuenta que perdemos, poco a poco (o mucho a mucho, según se mire), posibilidades en ese terreno, a veces duro, complicado, pero también muy satisfactorio y gratificante, de la participación.
Las cifras están ahí.
Solo un 5% de participación en las elecciones para rector de la Universidad de Valencia.
Un 15% en las elecciones para los Consejos Escolares.
Un 17% de trabajadores sindicados…
Está claro que el mensaje fatalista neoliberal cala en nuestro subconsciente diciéndonos que nada podemos hacer, que de qué sirve, que casi mejor nos quedemos en nuestra casa viendo cualquier telebasura… Y mientras tanto, van recortando nuestros derechos implacablemente.
En el terreno de la educación comenzaron hace años con el boicot a la Educación para la Ciudadanía (asignatura sumamente peligrosa, según parece), o la remodelación del Consejo Escolar Valenciano para hacerlo a imagen y semejanza de la Conselleria de Educación con la intención de acallar las voces críticas que formaban parte del mismo
Ahora la entrada en vigor de la LOMCE va a dejar a los Consejos Escolares de centro reducidos a simples órganos consultivos, recayendo todo el poder en la figura del director (elegido a dedo por la administración), eliminando así cualquier vestigio democrático dentro de los centros escolares y por lo tanto dejando a los padres y madres sin ninguna posibilidad de participación real en la vida escolar.
Si hablamos de la participación ciudadana la nueva Ley de Seguridad Ciudadana nos lo pondrá mucho más difícil, aunque tampoco es que antes fuera un camino de rosas, ya que para los que vienen gobernándonos desde hace demasiados años, la participación queda en algo simbólico permitiendo que los ciudadanos y las ciudadanas tengamos tres minutos de gloria en los plenos municipales o en las comisiones de trabajo, pero sin que esa opinión tenga ningún efecto ni sea tenida en cuenta (claro, solo somos meros ciudadanos que poco o nada sabemos de nuestras necesidades y que para eso están los políticos y sus asesores que nos van a tutelar, haciendo lo "mejor" para nosotros).
Y mucho cuidado, cuando ejerciendo nuestro derecho a la libertad de expresión, se nos ocurra buscar un apoyo en la prensa, ya que después seremos recriminados por ello y puede que oigamos de algún politiquillo del tres al cuarto que no se nos puede dejar un local municipal si es que en él se va a hablar de política…Y yo me pregunto… ¿es que hay algo que no sea política? Hasta los que se quedan en casa diciendo que son apolíticos están realizando un acto de política… Política de la sumisión.
Pero aún con todas las trabas que nos quieran imponer, o quizás por todas ellas, debemos animarnos a participar pues como dice Freire: “No me puedo cruzar de brazos fatalistamente ante la miseria, eximiéndome, de esa manera, de mi responsabilidad en el discurso cínico y “tibio” que habla de la imposibilidad de cambiar porque la realidad es así”.
Tenemos la responsabilidad de no cruzarnos de brazos y actuar, porque SÍ que podemos cambiar la realidad. En nuestra mano está.