Nosotras: Presente, pasado y futuro
Hace un tiempo compartí en mi Facebook la fotografía de la primera mujer que corrió un maratón en 1967, algo que había estado vetado para nosotras hasta entonces.
Kathirine tuvo el valor de inscribirse como un corredor más y a pesar de los obstáculos consiguió terminar la carrera. Y fue algo que me gustó leer, ya que pensé lo mucho que desde entonces se ha avanzado en cuanto a la igualdad de género, pero después me di cuenta que todavía queda mucho camino por recorrer pues lamentablemente aparecen a diario demasiadas noticias en las que está ahí, a la vista, sin pudor ni tapujos, la violencia que se sigue ejerciendo contra las mujeres. Y me enfado, me siento ultrajada, humillada, preocupada, angustiada…
- Porque hay 600 millones de mujeres que viven en países que no tienen leyes contra la violencia de género, países en los que las mujeres no son nada y solo por el mero hecho de serlo tienen que sufrir verdaderas atrocidades: acoso sexual, lapidaciones, violaciones, ablaciones, matrimonios pactados y forzados…
- Porque hay países donde una niña no es bien recibida en el seno de su familia, y es condenada nada más nacer a la muerte, o si tiene suerte a pasar hambre y penurias.
- Porque en España muere una mujer cada semana en manos de su pareja, y lo que es peor, es que todavía haya alguien que piense que probablemente se lo mereciera…o que muchas de esas denuncias de las víctimas de género son falsas, cosa que en algún momento se atrevió a afirmar algún político machista.
- Porque si hacemos un poco de historia veremos de dónde venimos, lo que ha costado conseguirlo y de qué forma nos lo están arrebatando.
Las mujeres españolas acudieron por primera vez a las urnas, convirtiéndose así en ciudadanas completas con voz y voto. Eran las elecciones generales de 1933.
Esta situación solo se daría en una ocasión más, porque el triunfo del Frente Nacional, la guerra civil y la dictadura suprimieron el voto libre, no recuperándose hasta 1977, tras la muerte de Franco.
Durante todos esos años de retroceso, de actitud antifeminista, se hace ver a la mujer como un ser inferior, con una única vocación de ama de casa y madre. Reforzado por un sistema educativo que consideraba sin importancia la formación de las mujeres.
Tras la dictadura, el feminismo volvió a recuperar su fuerza, la valoración social incluso política e independencia económica de la mujer. Un tiempo de importantes avances y derechos recuperados para la igualdad de la mujer. Pero durante todos esos años, la sociedad no ha terminado de transformarse, y sigue estructurada sobre un modelo patriarcal en el que la mujer está en casa al cuidado de hijos, ancianos, enfermos… teniendo dificultades de acceso al mundo laboral, con diferencias en salarios próximos al 20%, frente al de los hombres.
Si con todo ello aun no fuera difícil alcanzar la igualdad real, el gobierno del PP en connivencia con la iglesia católica ha impuesto dos reformas totalmente regresivas y antifeministas que nos hacen retroceder a otra época de la historia de España:
La nueva ley de educación LOMCE, promociona con dinero público los centros que permitan la segregación por sexo y deja de lado los temas de género y el anteproyecto de ley del aborto, en el que convierte a la mayoría de mujeres que abortan en “delincuentes”, haciendo desaparecer cualquier derecho de la mujer para pasar a ser un mero instrumento de reproducción, imponiéndosele el derecho “del concebido”.
Y yo me siento cada vez más enfadada, preocupada, angustiada, triste… no solo por las mujeres de ahora, sino por las que vienen detrás, nuestras hijas, sobrinas, nietas que tendrán que seguir peleando por esa igualdad que nunca habíamos alcanzado plenamente y que ahora en nuestro país se ve como se aleja cada vez más…