El milagro de las elecciones

La ciudadanía tiene el privilegio de poder presenciar cada cuatro años el milagro preelectoral, que se podría comparar con el de la multiplicación de los panes y los peces, en este caso convertidos en carteles y panfletos de los partidos políticos en el poder, en los que se explica lo que se ha hecho, o incluso lo que no se ha hecho, pero que se atribuyen en un intento desesperado de atrapar los votos del electorado.

Recuerdo hace algunos años, (ocho para ser exactos), precisamente en ese milagroso periodo del 2007, cuando crecieron como setas, de un día para otro, aquellos carteles de "Ací el teu nou institut" o "Ací la teua escola" que se pusieron en solares o al lado de los centros educativos, con la pretensión de hacer que pareciera que iban a comenzar unas obras de construcción o rehabilitación de algunos centros escolares que llevaban años a la espera de ello y que, en la mayoría de los casos, siguen esperando...

Todavía se puede ver el del instituto fantasma del Bulevar Sur, que ni se ha hecho ni parece que tengan intención de hacer, o el del IES Benimámet, al que le pusieron un cartel de los mencionados y que no ha visto esa tan necesaria ampliación de sus instalaciones.

Lamentablemente esto sigue pasando cada año electoral y por obra de “birli birloque” aparecen carteles fantásticos, con anuncios milagrosos, y también hemos podido comprobar cómo, en las últimas semanas, se han arreglado jardines por barrios olvidados de la ciudad, se ha restablecido el baldeo con mayor frecuencia, o se han tapado agujeros antiguos, casi milenarios, de las aceras...

Esto está pasando también en mi barrio, Benimámet. Con un frenesí que ya nos hubiera gustado hace algún tiempo, el ayuntamiento de Valencia se esmera en realizar arreglos y poner carteles de su hazaña, aunque sea una acera que debería haber estado hecha hace cuatro, ocho o doce años, pues es el acceso a un colegio. Pero casualmente es ahora cuando la están haciendo, con el consiguiente cartel bien visible del coste de la obra.

También hemos podido recoger de nuestros buzones una propaganda electoral en la que se puede leer que el Partido Popular va a hacer un gran parque para el disfrute de todos, aunque se le olvida mencionar, claro, que su intención era construir un vial con mucho asfalto y poco verde y que ha sido la presión vecinal la que ha conseguido, primero, que se acordaran de esta pedanía alejada del centro y después que respetaran su propia promesa (¿sería hecha también en uno de estos momentos temporales?) de hacer un parque que recorriera en trazado de las antiguas vías.

Podemos leer en ese panfleto el "gran esfuerzo" que supuso el soterramiento de las mismas, como si los vecinos de esta pedanía fueran menos que los de otros barrios por donde pasa el metro y donde imagino que también harían en su momento ese esfuerzo económico, para que en nuestra ciudad pudiéramos disfrutar con seguridad de este transporte colectivo...

A los vecinos y vecinas de Benimámet siempre se nos queda ese regustillo amargo de ser ciudadanos de segunda, solo por el hecho de vivir fuera del cogollito de los grandes fastos, cosa que se empeñan en dejar patente cada vez que pueden, con frases como esa del esfuerzo... Recuerdo al señor concejal de pedanías, cuando tras una intervención mía en un Pleno del Ayuntamiento, dijo algo así como que teníamos mucha suerte, pues gracias a ellos teníamos alcantarillado... ¡¡¡Solo hubiera faltado, que después de tantos años en el Ayuntamiento, los de esta parte de Valencia tuviéramos que andar con el “agua va” de antaño!!!

Con este panorama, a mí solo se me ocurre que las elecciones deberían celebrarse anualmente, pues así veríamos muchos más “milagros” en nuestros barrios… O muchos más carteles…