Ella, la alcaldesa Rita Barberá

Lunes 23 de junio. Da comienzo la Semana Ciudadana de la Federación de Vecinos de Valencia.

Y da comienzo, como cada año, con la inauguración de la exposición de las fotos-denuncia que 32 Asociaciones de Vecinos de toda la ciudad hacen llegar a su federación para ello.

Aunque este año con una diferencia. Cada asociación tiene expuestas las fotos de cuatro años, lo que da una visión más amplia de la problemática de los barrios. Casi 1000 fotografías que dejan constancia gráfica de las necesidades, deficiencias y abandono de algunos de los barrios de nuestra ciudad.

Los hay, que por sus características de mayor proximidad con el corazón de Valencia, tengan poco que denunciar, pero queda claro que hay otros muchos barrios y pedanías que necesitan con urgencia que se les atienda como les corresponde y que el ayuntamiento dé solución a sus problemas, algunos de ellos graves o muy graves.

Y allí estaba ella. Allí estaba nuestra alcaldesa, la alcaldesa, en esa inauguración. Y claro, inauguró y se dio un paseo, acompañada por concejales y asesores, mirando esas fotos como si nada. Sin inmutarse, sin pestañear… Barrios y más barrios pidiendo unas mejores condiciones. Representantes vecinales acercándose a ella para pedirle que se realice ya la obra inacabada de su barrio, o que haya una mayor limpieza, o que se cuiden más los parques y zonas verdes, todo ello afectado por esa crisis que sirve para dar argumentos a la incompetencia del consistorio…

Benimaclet solicitando su centro de salud, Benimámet reclamando su inacabada obra del soterramiento de las vías, Malilla pidiendo ese campo de fútbol que nunca llega, Nou Moles exigiendo su polideportivo, Russafa con sus deficiencias en espacios públicos, el Cabanyal con su problema de la droga en el barrio… Solares descuidados, polideportivos inacabados, charcos eternos, zonas verdes sin arreglar, árboles sin podar, calles sucias, calles muy sucias, zonas degradadas, y ella allí, escuchando y mirando, como si fuera la primera vez que oyera la canción o viera la imagen, como si estas denuncias no vinieran de esa Valencia que a ella tanto le gusta nombrar.

Alcaldesa, su Valencia, sí, esa del Puente de las Flores o de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, tiene una imagen menos amable, más sucia, más triste, que cada día han de ver, vivir y sufrir muchos ciudadanos y ciudadanas, aunque claro, a usted le pillan un poco lejos de su lugar de trabajo esos barrios y pedanías de los que solo parece acordarse cuando llega un período electoral.