Corrupción, corrupción, corrupción....venga, vamos a jugar
Como si de un gran juego de Monopoly se tratara, nuestro país se vio inmerso en una vorágine de especulación y especuladores que nos ha llevado a estar sumidos en la mayor crisis económica del siglo XXI. Aquí se compraba, se vendía, se urbanizaba, se intercambiaba, se hipotecaba y todos eran felices en sus manejos, amasando fortunas y acaparando propiedades…
Hasta que llegó un negro día en que la banca se quedó sin liquidez y de golpe se dejó de comprar, de vender, de urbanizar, de intercambiar, de hipotecar, y esos especuladores dejaron en la bancarrota a miles y miles de ciudadanos. Y aunque a los de siempre, a los ciudadanos de a pié, nos ha tocado pasar por las casillas de impuestos, por los repagos, por las de las compañías eléctricas y de aguas, increíblemente pocos de estos especuladores han pasado por la casilla de tasas de lujo, ni por la de la cárcel…
Ahora, seguimos jugando en este país, pero a otros juegos, ya que el Monopoly se ha quedado sin crédito. Ahora jugamos al “Quién es quién” de la corrupción, en el que cada día nos encontramos con caras conocidas de personajes públicos, en su mayoría políticos, que han sucumbido a la corrupción: Tramas familiares con millones de euros en paraísos fiscales, tarjetas negras con gastos de muy difícil justificación, entramados de contratos públicos otorgados de manera irregular… Millones de euros dilapidados, defraudados, robados…
Nunca os ha pasado eso de decir muchas veces una palabra y al final quedaros en que ni sabéis cómo se dice ni lo que significa… ¿Recordáis aquel juego al que todos hemos jugado que al decir la palabra “jamón”, al final queda convertida en “monja”? jamonjamonjamonjamonjamonjamonjamonja
Pues eso mismo debe pasar con la palabra “corrupción”, que a fuerza de decirla no se sabe ya su significado, y al no quedar eso claro nadie se inmuta, nadie dimite, nadie pide disculpas… Bueno, nadie no. El señor Rajoy el otro día lo hizo, pero con la boca pequeña y sin asumir otras responsabilidades, algo así como cuando en el juego del escondite alguien llegaba a la meta y decía “por mí y por todos mis compañeros”.
Sí, el señor Rajoy se vio en la tesitura de tener que salvar la poca dignidad que les queda y disculparse con la ciudadanía por todo lo que sale a la luz, día sí y día también… Porque a pesar de que digan que no es para tanto, que total es una minoría los que están en esas listas negras, lo cierto es que son la minoría poderosa que mueve los hilos de este país, y los ciudadanos ya estamos hartos de tanto mangoneo.
Yo ahora propondría jugar a ese juego que juegan los jóvenes en los campamentos, que se llama “El pueblo despierta” en el que el pueblo se alza ya contra tanta desvergüenza y los corruptos tienen que dar la cara, los políticos dimiten, los untados van a la cárcel y los defraudadores devuelven el dinero robado.
Llevo años queriendo que alguien me presente a un político o a una política que me merezca confianza, que pueda creer en él o ella, que me convenza de que lo que haga me beneficiará como ciudadana, y beneficiará a la vez a otros. Un politico/a que se haya leído la Constitución, ahí donde dice que “la Soberanía del Estado recae sobre el Pueblo Español”, porque parece que o no se la han leído o se han saltado este punto. Y, digo yo, si los de “abajo” somos más, por qué dejamos que los de “arriba” nos mangoneen? Se nos ha olvidado que “cuando los de abajo se mueven, los de arriba caen”. Esta frase la encontré pintada en un muro con el dibujo de una torre humana que se estaba desmoronando porque dos o tres de sus componentes de “abajo”, los que hacían de sostén, abandonaban la torre. Quiero conocer un político/a que de verdad se preocupe por el Estado de Bienestar de TOD@S, sobre todos que los más desfavorecidos. Lo necesito para seguir confiando en la política de este “pobre” país.