Castellón, claro que sí
Después de la desafortunada frase del Subdelegado del Gobierno de la nación en Castellón, Antonio Lorenzo, ya saben, “Castellón no tiene nada para ver, para visitar”, es importante reafirmar un compromiso político de primer orden lanzado desde la actitud de un partido que quiere poner los intereses de Castellón por delante de todo. El lema de nuestro último congreso fue “Castellón Sí” y es la hora de que ante el monumental lío promovido por cargos, carguitos y carguetes del PSOE, insistamos en esta afirmación.
Ello, además, no es más que la manifestación política de un gobierno que desde la diputación ha mantenido de forma constante esta premisa de trabajo y ha fundamentado su gobierno en la implantación de las infraestructuras de la provincia que han sido fundamentales en el desarrollo sostenible de nuestro territorio y en la reivindicación permanente de aquellas que todavía son necesarias, por más que algún despistado y atolondrado de la política al servicio de gobierno socialista se empeñe en justificar lo contrario .
La apuesta decidida por el nuevo Hospital Provincial, por las infraestructuras culturales y deportivas, por las instalaciones de tratamientos ambientales o por los proyectos de desarrollo social y humano como el Accord, el Compass y ahora el CESAD y el CEDES, que han significado la aportación de alrededor de 9 millones de euros en fondos europeos, dejan a las claras la prioridad de gobierno popular en la diputación por el desarrollo de la provincia y desmiente de forma tajante las afirmaciones de quien dice que “ hace falta reinventar la diputación”. Lo que realmente hace falta es “reinventar la oposición en la diputación, ante la ineficacia de la que tenemos y reinventar un gobierno socialista de la nación que deje de discriminar de forma permanente a la provincia de Castellón”.
La próxima puesta en marcha del aeropuerto de Castellón va a significar además un nuevo empuje a las políticas de desarrollo, si como es previsible, viene acompañado de infraestructuras turísticas y de ocio fundamentales en este momento, así como renovados motores de dinamización económica ante la situación de crisis actual del modelo basado en la agricultura y la industria que atraviesa momentos de recesión.
Pero para que todo ello sea posible, es necesario que desde el gobierno central se de respuesta a tres cuestiones prioritarias para la provincia y que reclama toda la sociedad civil: el AVE, el AGUA y las INFRAESTRUCTURAS VIARIAS. Todas con mayúsculas por su importancia estratégica.
No es posible que el agua del Ebro llegue hasta el límite de Tarragona y no entre en el norte de Castellón, que también es parte de su cuenca. El antiguo Xerta-Càlig ha sido torpedeado desde el gobierno central convirtiendo el asunto en una afrenta para los castellonenses y el planteamiento de minitrasvase a Castellón pedido por el gobierno de la diputación no ha merecido ni una reunión para hablar del asunto por parte del Ministerio.
El retraso del AVE y sus dificultades de llegada a Castellón responde a una política sectaria y de olvido de la provincia, que está suscitando la rebelión de los agentes sociales. El ministro de Fomento, José Blanco, nos ha mentido y el gobierno sustenta los recortes motivados por una situación de crisis, en una provincia que ya fue tratada injustamente en la asignación de fondos en los últimos Presupuestos Generales del Estado.
Mientras la media del Estado en inversión por habitante es de 500 euros, en la provincia de Castellón es de 250 y provincia de igual tamaño que la nuestra como León, tienen 1.200 euros por habitante de inversión. Mientras a nosotros se nos niega un AVE y se nos impone un trazado, cuyo coste es aproximadamente 10 millones de euros por Km, en Cantabria o el País Vasco se lleva adelante sin recortes a costes que en algunos casos pasan de 50 millones de euros el kilómetro.
El rescate de la AP-7, el desdoblamiento de la N-340, la autovía desde el aeropuerto hasta el límite de la provincia con Tarragona y la autovía desde Aragón a Vinaròs por Morella, todas ellas solicitadas en mociones aprobadas en la diputación son infraestructuras irrenunciables para la provincia.
Por ello, insisto, Castellón Sí fue el lema del último congreso del Partido Popular, pero también es una actitud política, en positivo, de trabajo permanente por la mejora de la provincia, pero también de demanda sin descanso de aquello que es necesario para el desarrollo sostenible y que, como en el caso del agua, no es más que el reconocimiento de un derecho.
Castellón claro que Sí, porque la provincia ha estado aportando a las arcas del Estado mucho más de lo que ha recibido y lo hemos hecho con orgullo y solidaridad, porque una provincia fuerte, como Castellón, es bueno para la Comunidad Valenciana y para el conjunto de España y porque los castellonenses, cuyo esfuerzo ha hecho posible tener una magnífica provincia en España, merecen una respuesta a sus demandas y una dedicación que el gobierno de la nación no les da.