Aprovechamiento energético de residuos, una solución sostenible y un pacto necesario
El tratamiento de residuos plantea cuestiones que a los políticos nos toca abordar con la mirada puesta en el futuro y solo así es posible tener la garantía de que las decisiones son acertadas, al menos desde el punto de vista de soluciones de desarrollo sostenible.
Es indudable que la provincia de Castellón tiene que prepararse para un aumento demográfico importante, máxime cuando la perspectiva de desarrollo urbanístico de nuestros pueblos, no sólo de costa sino también aquellos que conforman el ámbito de transición entre la costa y la montaña, es muy importante.
Dicho de otro modo, tenemos que preparar nuestros sistemas de tratamiento de residuos para dar soluciones realmente sostenibles y en ese sentido pensar en qué hacemos cuando después de un buen sistema de recogida selectiva en origen y un buen tratamiento en planta, quede a la salida de nuestras instalaciones entre un 40 y un 50% del residuo para llevar a vertedero.
No parece, fuera de utopías banales, que seguir enterrando toneladas y toneladas de residuos bajo tierra sea la mejor solución en términos de sostenibilidad, ya que estamos ocupando mucho suelo y además estamos desperdiciando la energía que este residuo sobrante es capaz de generar.
Por esas dos razones de carácter básico y por otras de carácter técnico, que no es momento de aducir aquí, el aprovechamiento energético de residuos aparece como una solución más sostenible, frente al enterramiento de los residuos de manera convencional en vertederos controlados.
Si pensamos que por cada 100.000 toneladas de basura enterrada, estamos desperdiciando una producción del orden de 40 megavatios de luz, en una planta con turbinas de vapor y gas por ejemplo, debemos empezar a pensar que no nos podemos permitir ese despilfarro de recursos, que incluso sería contrario a nuestro compromiso con el Protocolo de Kyoto.
Castellón debe de tener la mirada puesta en soluciones sostenibles al tratamiento de residuos. La primera parte ya está hecha con las adjudicaciones de las Plantas de tratamiento, ahora debemos de dar un paso más hacia un mejor aprovechamiento de los rechazos de las mismas.
Y para ello es necesario que más allá de planteamientos puramente partidistas o demagógicos, se plantee con seriedad esta solución y las fuerzas políticas de la Diputación de Castellón, en especial las mayoritarias, aborden de forma clara la apuesta por esta tecnología para establecer el diálogo necesario que conduzca a que las mismas soluciones que se tienen en lugares como Barcelona o Mataró, por poner algún ejemplo, puedan llevarse adelante en nuestra provincia.
Trece instalaciones de estas características están ya en funcionamiento en España y hasta casi 90 instalaciones de este tipo funcionan en Alemania. Ciudades como Hamburgo y Munich (Alemania) o Paris (Francia) cuentan con varias de ellas, y las nuevas tecnologías hacen de estas instalaciones verdaderos modelos de producción de energía renovable, como podemos ver en Zabalgarbi (Bilbao), por ejemplo.
La Comisión Europea en respuesta a la petición 1130/2003 hecha por una agrupación ecológica francesa, dice textualmente: “Basándose en la información recibida, no ve ni la necesidad de reconsiderar la incineración como un método de tratamiento de residuos, ni la necesidad de elaborar planes concretos para terminar con la construcción de incineradoras de residuos”, y por tanto lo considera como un método adecuado.
Realmente vale la pena que lo intentemos. La propuesta de diálogo está sobre la mesa. Deseamos que la respuesta favorable de todos lo haga posible. El pacto es conveniente y necesario.