Recuperemos el eje Elche-Alicante-Sta Pola
La realidad poblacional, industrial y turística de la ciudad de Elche nunca ha conseguido posicionarnos donde nos merecemos. Cuestiones políticas, logísticas y de recelos absurdos han impedido que Elche logre las dotaciones y atenciones que requiere para su desarrollo como gran eje macroeconómico.
Hace más de tres décadas se gestó una iniciativa de los empresarios Manuel Peláez y Jesús Muñoz que vieron una magnífica oportunidad de desarrollo en la creación de un eje triangular que uniera las sinergias de las dos grandes urbes de la provincia, cerrando el cuerpo geométrico en torno al vértice de Santa Pola. Se le bautizó como el “Triángulo Alicante-Elche-Sta Pola” e incluso se llegó a redactar el proyecto a principios de los noventa por encargo del Club de Inversores para el Desarrollo de la Provincia de Alicante. Desafortunadamente poco recorrido tuvo aquella gran idea cuando cinco años después se firmó el acta de defunción del Triángulo debido a varios factores.
El periodista Ginés Conesa presentó hace cinco años en Alicante un libro analizando aquel hito histórico inconcluso y consiguió reunir grandes personalidades de la vida política y social alicantina. Muchas de las reflexiones técnicas que justificaban el fracaso del triángulo apuntaban al miedo ilicitano a perder su rol, su autonomía y su idiosincrasia al ser absorbidos por la capital. Este pensamiento autárquico y simplista de los políticos ilicitanos provocó que el triángulo se invirtiera y Alicante mirara hacia el norte con razonable éxito en cuanto a inversiones e infraestructuras. Elche no puede seguir dando la espalda a Alicante, hay grandes zonas conurbanas en el mundo donde sus partes no han perdido nunca la esencia y en cambio han logrado formar grandes urbes para beneficio de sus habitantes con mejores servicios, comunicaciones y empleo. Muchas configuraciones urbanas son fruto de uniones que logran un potencial mayor en todos los sentidos. Me viene a la cabeza una línea del metro de Rotterdam que llega hasta La Haya y me consta que sus habitantes lejos de pensar que puedan perder autonomía están encantados con el servicio. En Elche se rechazó esa posibilidad que nos hubiera unido al TRAM con el área urbana de Alicante.
Creo que ha llegado el momento de retomar el proyecto del Triángulo. El eje, poblacional y logístico que se puede configurar supondría el verdadero epicentro empresarial y laboral del sureste. Aeropuerto, AVE, Puerto, Parque Empresarial, IFA, la oficina europea de patentes EUIPO, el Distrito Digital… la vertebración de las playas y pedanías con el TRAM y su conexión con las ciudades, la creación de infraestructuras hoteleras y la lanzadera de mercancías a través del Puerto Seco de Novelda, la conexión con el Corredor Mediterráneo y las inmediatas salidas aeroportuarias de pasajeros y mercancías configurarían un eje único en España y un modelo europeo de unión sinérgica.
Tenemos un clima, una orografía y una ubicación abierta al Mediterráneo y a Europa inmejorable. Una mentalidad empresarial y emprendedora inigualable, una zona turística de primer orden mundial. Sólo hace falta que los políticos no cierren los ojos ante semejante posibilidad y dejen de darse la espalda en virtud de comarcalismos antiguos y miremos todos juntos el horizonte del futuro que la vida nos ha puesto delante. No lo dejemos escapar otra vez.