Por cartelones, que no sea: prometer hasta meter…

La estrategia del equipo de gobierno de Vinaròs pasa irremediablemente por la técnica del cartelón publicitario, cuanto más grande mejor, se coloca en sitio destacado y luego, si te he visto no me acuerdo. Eso le pasó al gran cartelón que anuncia desde hace más de dos años las obras de la Residencia de la Tercera Edad. La mayor mentira hacia los vinarocenses. Luego vinieron los cartelones del plan E, porque la soberbia de Zapatero llegó a tal extremo que en la regulación de las ayudas se obligó al cartel de 3 metros de largo por 4 de ancho que publicita la obra financiada por el gobierno central. Si no se coloca el cartel en el lugar más visible de la obra el gobierno no pagará la obra. A esto se le llama tener la cara como el hormigón, es decir, dura.

Y para disimular los extractores y las caseras de hormigón del remodelado paseo marítimo de Vinaròs, otra ocurrencia del gobierno municipal como la de instalar otro enorme cartelón, al estilo de los que ordenó Zapatero, para vendernos las excelencias de lo futurista que será la tercera y cuarta fase del paseo.

La ciudadanía contrasta el cartelón con la realidad de las  primeras fases del paseo y puede observar  el mayor desastre que nunca se haya construido en Vinaròs. En nada se parece al proyecto original y sobretodo en nada se parece lo que hemos pagado finalmente los vinarocenses, casi 9 millones de euros, a la cantidad por la que se  que se adjudicó el proyecto por unos 5 millones.

Ahora en el cartelón se nos intenta vender las siguientes fases como algo maravilloso, pero al observarlo con detenimiento uno llega a quedarse  con la boca abierta. Se puede comprobar que no se han atrevido a dibujar en el cartelón las barreras arquitectónicas que se crearán en la calle San Pascual, una calle que quedará taponada gracias a una obra proyectada sin pensar lo suficiente. En el cartelón no puede recogerse el caos circulatorio que se producirá al cortar definitivamente la circulación en todo el paseo marítimo. El cartel resulta  un engaño más dentro del enorme despropósito que supone la obra del paseo. Y nos mienten a sabiendas que lo hacen, pues solo basta fijarse con cierta atención y percatarse que desde el antiguo colegio San Sebastián hasta la calle Ángel no habrá ni una sola palmera, las arrancaron todas las existentes, mientras que en el cartelón aparecen a decenas. El PSOE y el PVI ya no tienen reparos en mentir a la ciudadanía ni en reconocer ningún error y persisten en seguir adelante con un proyecto que no convence ni a sus allegados más próximos.

Toda la publicidad que se da a estas obras, todos los carteles del Plan E, todos los anuncios de comisarías, pasarelas, espigones, parques y jardines que a pesar de los años nunca llegan solo sirven para intentar silenciar los 5,6 millones de euros del Plan Confianza que, repartido en cuatro proyectos, ya se han aprobado para Vinaròs.

Desde el equipo de gobierno de Vinaròs se hace todo lo posible para silenciar el esfuerzo de la Generalitat Valenciana, presidida por Francisco Camps, con las inversiones en curso con obras tan importantes como el puerto o el hospital, o con el plan confianza, un plan más  meditado y que servirá para crear empleo y riqueza a lo largo y ancho de toda nuestra Comunidad, porque se quiere que los 1.020 millones de euros que se inviertan sean productivos. Nada de publicidad, todo el dinero invertido en obras y en beneficio de los ciudadanos. Lo importante es salir de la crisis, generar empleo y remontar el vuelo sin tantos carteles que, como en Vinaròs con el paseo y la residencia sirven para poner en evidencia los incumplimientos de quienes,… prometer hasta meter, pero…. Ni soluciones, ni obras, ni realidades.