Es más fácil cambiar de médico que dejar de fumar

España esta perdiendo su vitalidad. Empezamos importando productos manufacturados de Oriente y a corto plazo importaremos ciudadanos.

Criticar es fácil y rentable, gobernar resulta un poco más complejo.

La Democracia, que es un compromiso entre hombres libres, en su afán de garantizar el derecho de las minorías, a veces descuida el de las mayorías.

En este mundo globalizado, no van ha ser los desposeídos quienes solucionen el problema. Todo lo contrario: se necesitará de toda la capacidad de los ingeniosos para sobrevivir en la desenfrenada carrera hacía el precipicio.

Resulta una ironía más que significativa que las “democracias” occidentales le estén besando los pies a la “China Democrática”.

No hay que ser cruel con los “pobres dirigentes socialistas” que, si bien se han repartido el Haber, nos han dejado un voluminoso Debe.

Al Sr. Rajoy le deseo suerte en su cometido. Solo el tiempo sitúa cada cosa en su lugar.

Y por último recordarle a mis compatriotas que aquéllos que sólo miran hacia atrás corren el riesgo de tropezar con el futuro.