¡ Viva la muerte! ¿Les suena de algo?
Seguramente para ningún joven de menos de medio siglo de vida, ese grito, le recordará nada ni tendrá el menor sentido.
A quienes hemos superado los setenta con creces y especialmente a quienes hicimos el Servicio Militar en Sahara Español o en ciudades del protectorado español en el Norte de África, nos traerá inmediatamente a la memoria a la Legión Española.
Era su forma de afrontar con valor y determinación la defensa de los valores por los que luchaban.
Era algo así como poner sus vidas al servicio de su Patria y su Bandera.
No les aterrorizaba el final de su propia vida, si era por ese motivo.
Eran otros tiempos, otros principios y otra formación.
Seguramente a la generación de mis hijos les sonara extraño y difícil de entender.
A la de mis nietos, absolutamente incomprensible e irracional.
Precisamente por eso, considero conveniente recordar como nuestros mayores e incluso gente de mi generación era capaz de jugarse la vida por el resto de sus conciudadanos, en un alarde de valor y sentido de la responsabilidad, por defender sus principios que eran los que juraban cumplir y hacer cumplir al Jurar la Bandera.
Desde la profesionalización del Ejército y la Clase Política, ya nada tiene el mismo sentido que tenía.
Sobre todo los Políticos de izquierdas ( y cuando más radicales peores) para evitar incurrir en el delito de Perjurio, se negaron a Jurar la Constitución y sus promesas por su conciencia y honor no sirven de nada porque ni tienen CONCIENCIA NI HONOR en mi opinión y en la de la mayoría de los españoles.
Sus promesas son papel mojado, desde el minuto uno y a las pruebas me remito con los casos evidentes de Pedro y Pablo.
Curiosamente este par de vividores, han conseguido aprobar esta misma semana, con una rapidez incomprensible e inusitada, LA LEY DE LA EUTANASIA.
Viene a ser algo así como su grito de ¡VIVA LA MUERTE!, pero la de los demás, no la suya propia, de la que yo me alegraría muchísimo, como lo harían otros muchos españoles, después de ver cómo han tratado ellos la pandemia y se han burlado de todos nosotros, encadenando mentira tras mentira desde el minuto uno hasta hoy.
Más de setenta mil muertos a sus espaldas, muchos de ellos evitables, por su incapacidad para afrontar y gestionar la situación.
Esta Ley, parece pensada para los sectores más débiles de la sociedad española, que ellos han dejado desatendidos desde sus Ministerios Sociales que son los que han estado y están en manos de PODEMOS, con la aquiescencia y tolerancia de un “sanchismo” egoísta y cobarde que ha acabado por entregarse definitivamente a las locuras de un comunista ideológico, que disfruta de una vida de capitalista a ultranza, tanto él como su entorno inmediato.
Pablo Iglesias no se ha escondido en ningún momento de referirse a los mayores como una carga innecesaria para la sociedad española, por eso se está encargando de multiplicar el número de pobres y desesperados, sin atenderles adecuadamente en las Residencias de la Tercera Edad, donde les ha dejado morir miserablemente y ahora con esta Ley, lo que pretende es exterminarles en un plan nazi-comunista, mezclado su “gerontofobia” con su comunismo estalinista.
Y Don Tancredo Sánchez, muy ocupado en sus viajes y los de su esposa en su Falcon y en servir los mandatos de quienes le han aupado a su inconcebible situación, sigue sumiéndonos a los españoles en la desesperación y la miseria.
Veremos cómo reacciona el cuerpo médico, ante este disparate.
Por lo visto pretenden convertir a los médicos en VERGUGOS IMPRESCINDIBLES para llevar a cabo sus leyes.
Mucho me temo que la mayoría de ellos se hagan Objetores de Conciencia y esta ley quede en agua de borrajas.
La obligación de los médicos siempre ha sido cuidar de la salud de los ciudadanos, intentando curarles y mejorar sus condiciones de vida con métodos paliativos a veces.
Por más que esta gentuza se empeñe en cambiar los hechos, mucho me temo que no podrán y en unos meses todos estos disparates, desaparecerán de nuestro panorama social y tanto Pedro como Pablo habrán caído fulminados por su insensatez y sectarismo.
En fin que por mi parte, no hay el menor problema en gritar ese:
¡VIVA LA MUERTE!
Pero siempre que sea la de los ideólogos y promotores de La Ley de la Eutanasia.
Y no creo estar incurriendo en un delito de Odio, porque lo que yo siento por ellos es un DESPRECIO TOTAL.
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO 2021 AMIGOS.