Terrazas en vía pública, sus ventajas y riesgos que acarrean a sus usuarios

Un lamentable accidente ocurrido, el pasado sábado 7 de Mayo a media tarde, en la Terraza del Restaurante y Cafetería La Piscina, en la rotonda situada en la encrucijada entre la Carretera del Puerto y la Avenida Cardenal Tarancón, nos tiene que hacer reflexionar sobre la idoneidad o excesivo riesgo de las mismas.

Aún nadie me ha podido explicar razonablemente las causas de este accidente, del que salieron muy malheridos un bebe de apenas un año y un señor de 69 años y de menor consideración otras varias personas.

En este caso y según se ha publicado, el conductor ni iba bebido ni drogado y todo se ha debido a un caso de mala suerte aunque también se apunta a una probable crisis epiléptica del conductor.

Pero en mi opinión, siendo muy importante y lamentable para las familias afectadas este hecho en sí mismo, tenemos que ir un poco más allá y tratar de evaluar las ventajas económicas para los propietarios de pequeños negocios de hostelería, que les permiten sobrevivir e incluso mejorar un poco sus ingresos, rentabilizando esas terrazas y los evidentes peligros que representan para sus usuarios.

En Burriana y antes de la pandemia ya las había y se pagaban unas tasas o impuestos municipales por el uso de las mismas.

Después de ella y considerando las pérdidas ocasionadas al Gremio de la Hostelería de pequeñas dimensiones, tengo entendido que las exigencias se han reducido razonablemente y por eso rara es la vía pública de nuestra ciudad, en la que no haya alguna terraza de estas características.

Todo se ha hecho desde el sentido común y con la mejor de las voluntades, pero cuando llega un incidente o accidente como el de este fin de semana, se suele perder la perspectiva y se exaltan los ánimos en uno u otro sentido.

Con la llegada de la primavera y una temperatura más tibia, cuando reservamos en cualquier restaurante de clase media, mesas para comidas familiares o de grupos de amigos, la primera pregunta que se nos hace es si preferimos en el interior del local o en la terraza.

Hasta ahora, aseguraría que nadie hacía la elección valorando los riesgos.

Este accidente puede afectar negativamente en un futuro próximo, el uso de las terrazas.

Aunque en las calles normales y con anchura suficiente para montar terrazas (que suelen ser las de sentido único) el riesgo se minimiza, porque se conduce a unas velocidades mínimas y todo el mundo pone los cinco sentidos en la conducción.

El problema puede surgir en las vías de doble sentido o incluso en las encrucijadas, ya que en algunas de ellas vemos como se han puesto pequeñas verjas metálicas de protección y pegadas a estas mesas para tomar un café un aperitivo o un “tente en pie” mientras disfrutas de tomar la fresca y respirar sin mascarillas.

Algunas veces al pasar cerca de las mismas, no he podido evitar comentar el evidente riesgo que corrían, con la gente que estaba sentada en ellas.

A partir de ahora ya no será necesario.

Lo siento muchísimo por Sebastián, actual hostelero catalán de La Cafetería La Piscina, que ha tenido que vivir este trance, sin comerlo ni beberlo.

Un abrazo y mucha paciencia y resignación van a necesitar él y su plantilla para olvidar y superar este lamentable accidente

Hasta la semana que viene amigos.