Parece imponerse el sentido común, en el centro derecha y derecha española

Por fin, el Partido Popular ha logrado liberarse de la pesada mochila que representaban en su seno del dúo Pablo-Teodoro.

Las elecciones en Castilla-León o más exactamente sus resultados, han venido a demostrar que si la derecha española es capaz de entenderse razonablemente, las horas de Pedro Sánchez en la Moncloa, tienen ya plazo fijo de salida.

Este es sólo el primer paso y se hacía necesario un acuerdo cordial entre PP y VOX, para marcar el camino a seguir en el futuro tanto en Castilla-León, en Andalucía como en cualquier lugar donde haya elecciones en España, para poner un freno total a las trapacerías del social-comunismo que nos lleva arruinando ya demasiado tiempo impunemente.

Por supuesto hay diferencias sensibles hoy en día, entre los presupuestos ideológicos de estos dos partidos, como los hay incluso dentro del mismo Partido Popular, entre Isabel Díaz Ayuso y Martínez Almeida o el mismo Feijoo pero eso no es óbice para que todos ellos estén en mucha mejor sintonía con Abascal, Macarena, Monasterio y compañía incluyendo a la misma Cayetana Álvarez de Toledo, de lo que puedan estarlo con cualquier partido importante del arco parlamentario actual.

Y por eso se hace imprescindible y necesario un dialogo entre ellos, tratando de acercar criterios y así parece haberse llegado a la composición del Gobierno de Castilla y León afortunadamente para España.

Hay que hacer una política coherente entre iguales o muy similares, porque si se analizan los orígenes de todos ellos, son idénticos y por lo tanto están obligados a entenderse.

No podemos negar la evidencia de que pertenecemos a una Unión Europea que tiene su marco establecido para todos sus miembros, pero dentro del mismo marco tenemos que defender nuestros propios principios e intereses nacionales con la misma convicción que se hizo en los años más florecientes de nuestra estancia en la Unión Europea.

Somos la cuarta o quinta economía dentro de la misma y tenemos que hacernos respetar y ser respetados, sin tener que recurrir a las limosnas ni subvenciones tan habituales en la actualidad, sino mejorando nuestra productividad y nuestros tejidos agrícolas e industriales y ejecutando una política económica y financiera sensata y equilibrada, aportando  en I+D y creatividad mucho más de lo que se ha aportado en los últimos años de Gobierno de Izquierda Radical.

Con todas esas consideraciones y previa recomposición de un Partido Popular que asuma su condición de ser el referente español del Centro –Derecha sin complejos y también sin ansias de cubrir un espacio de centro izquierda que no le corresponde ni es el suyo.

Se puede ser perfectamente de derechas y aplicar políticas económicas liberales sin el menos complejo, cuando sea pertinente y necesario, pero sin dejar por ello de ser y actuar siempre de acuerdo con sus propios principios, que son los que siempre llevaron tanto a Aznar al poder disfrutando del mejor periodo económico-financiero español de los últimos cincuenta años.

Rajoy no supo cumplir sus promesas y acabo perdido y desorientado y Casado ha sido un mal sueño para el centro derecha español, por querer cosechar en suelo ajeno, insistiendo en los errores de Rajoy en su última época.

Hasta la semana que viene amigos.