Inés Arrimadas sigue equivocándose
Ante la proximidad de las elecciones andaluzas, nos encontramos con la curiosa circunstancia, de que la líder de CIUDADANOS, se rinde al indudable encanto que Pablo Casado ejerce sobre ella, para ofrecerle ir conjuntamente en una misma candidatura el PP con los “naranjitos”.
Recibe como respuesta una negativa rotunda, como era de esperar, porque es evidente y conocido por todos que ni su partido ni Doña Inés, tienen ya el menor peso específico en la política española, ni siquiera en la andaluza donde en su día fueron necesarios para formar Gobierno con el PP, contando con la abstención de VOX.
Pablo le responde sin decírselo a la cara como ella se merece, que “prefiere acudir a las elecciones sólo, que mal acompañado” e intentará Gobernar con mayoría absoluta del PP.
Si ingenua era la propuesta de la catalana, la respuesta del palentino me suena a un sueño prácticamente imposible.
Es posible que gane las elecciones, o incluso que pueda llegar a poder formar Gobierno siendo la segunda fuerza en votos al Parlamento Andaluz, si consigue catalizar a su alrededor a VOX, que presumiblemente le va a disputar el voto de la derecha, cargados de motivos e ilusiones.
Arrimadas, después de las puñaladas traperas por la espalda, que intentó asestarle al PP con unos pactos con el PSOE que fueron abortados en última instancia en Murcia, perdió toda fiabilidad y desde entonces no ha dejado de dar tumbos después de verse abandonada por sus principales colaboradores, que buscaron acomodo a derecha e izquierda de CIUDADANOS, conscientes de que su final estaba cantado.
Se ha quedado ella solita como “el gallo de Morón, sin plumas y cacareando” es decir sin apoyos y sin prestigio personal.
Sus ansias de poder y su excesiva vanidad personal, han llegado a convertir a la “esperanza de la españolidad en Cataluña, en una muñeca rota de la política nacional española”.
Quiso jugar a dos manos, presentándose como la quinta esencia del liberalismo de centro con ciertas gotas de social democracia, a fin de cosechar votos de todos los campos posibles y ha acabado perdiendo su prestigio y dilapidando su futuro personal en la política.
Seguirá viviendo de la política, hasta que lleguen las nuevas elecciones, ya que no creo que pueda reunir ni el dinero ni el crédito suficiente para poder soportar más campañas electorales, con la inversión que eso representa y las telarañas que supongo que tendrá ahora en sus cuentas bancarias más teñidas de rojo que de negro sobre el fondo del papel blanco.
Sus votos imagino que se repartirán entre el PP fundamentalmente yendo porcentajes residuales a izquierda para el PSOE y a derecha para VOX.
Por otra parte, si equivocada está Inés Arrimadas, no se equivoca menos Pablo Casado cuando sigue negándole el pan y la sal a VOX, en cuyas manos va a quedar la posibilidad de conservar el Gobierno en Andalucía en primer término y más adelante el de España dentro de un año más o menos según mis cálculos.
Y me atrevo a decir, que si sigue equivocándose como lo lleva haciendo desde hace tiempo, puede acabar perdiéndolo todo, por soberbio y prepotente.
Que no se olvide, que aunque se presente él, en última instancia si se pudiera echar del Gobierno de España a Pedro Sánchez en su día, VOX podría plantear ceder la Presidencia del Gobierno al PP, pero condicionada a que el Presidente no fuese Casado sino otra personalidad política destacada de su partido.
Como dice el refranero español, “DONDE LAS DAN LAS TOMAN” y si él ahora se dedica a darles golpes bajos a VOX, debe de saber que puede recibirlos él en su momento en pago a sus actitudes.
Eso es lo que le está pasando ahora a Inés Arrimadas y lo que podría ocurrirle más adelante a Pablo Casado y Teodoro Egea, artífice de la estrategia del actual Presidente del PP.
Hasta la semana que viene amigos.