El futuro del mundo, es el de E.E.U.U.

Relativamente muy poca gente, es consciente ahora de que durante la primera semana Noviembre, van a decidir los ciudadanos de los E.E.U.U, el futuro de un mundo convulso.

El problema, en mi opinión, es que ninguno de los dos candidatos ofrece garantías a la humanidad, para inducirnos a pensar que podrá manejar la situación de los poderes y contrapoderes de una manera sensata e inteligente, que permita un progreso general sin mediatizar aspectos trascendentales que ayuden a equilibrar la paz mundial y el desarrollo económico y social que permita una mejora en las condiciones de vida de todo el mundo.

Esto que en teoría parece una UTOPÍA, debería de ser una realidad factible, pero parece poco menos que un imposible, considerando las condiciones actuales en el mundo en que vivimos.

Por si no teníamos suficientes problemas, el año 2020 nos ha traído el envenenado regalo de la PANDEMIA DEL COVID, que sin duda además de costarnos millones de vidas humanas, sin que aún seamos capaces de cuantificarlas, ha traído consigo un deterioro tremendo de las economías del mundo.

La importancia de ese deterioro, ha estado y sigue estando supeditada a la inteligencia, sensatez y sentido común que hayan tenido los Gobiernos de cada país del mundo para saber, para afrontar el problema.

De momento me voy a centrar en la situación norteamericana, ya que es allí donde se va a decidir según mi opinión, el camino a seguir a corto, medio y largo plazo.

Si nos atenemos a las encuestas o institutos de opinión de Estados Unidos, en estos momentos, a escasos días de las elecciones la ventaja del Candidato Biden sobre el actual Presidente Trump, es de unos siete puntos.

La de Hilary Clinton a la misma distancia de la  cita con las urnas era de doce puntos y acabo perdiendo en número de escaños, pese a sacar dos millones más de votos.

El sistema electoral norteamericano es tan complejo, que permite esas anomalías y al final el Presidente sale elegido por los votos electorales de los Estados de Pensilvania o Florida, es decir que tanto el voto de color como el de los hispanos, tiene una gran trascendencia.

Parece ser que durante esta legislatura, el apoyo del voto de esas dos comunidades al candidato Republicano ha aumentado, ya que ha cambiado su política proteccionista contraria a la inmigración de hispanos y ese pequeño factor puede ser determinante.

También le dio mucho resultado su slogan “AMERICA FIRST”, en los Estados más rurales y lo cierto e innegable, es que los resultados económicos de la gestión republicana durante estos cuatro años, son muchísimo mejores de lo que lo fueron durante los Gobiernos de Obama.

Y encima si se saca la proyección del crecimiento de la economía  norteamericana en su último trimestre y se contextualiza en términos anuales, durante 2.020 la economía americana va a crecer mucho más que cualquier otra economía occidental e incluso mundial.

El único factor negativo y evidente que tendrá que afrontar el Presidente, serán los resultados en costos de vidas humanas del COVID y su estrategia frente a la pandemia, de la que él mismo fue víctima.

Sin embargo, el mismo hecho de haber pasado la enfermedad, haberla superado con serenidad y sin victimizarse a sí mismo y anteponer el crecimiento económico y el mantenimiento de los puestos de trabajo de todos los ciudadanos, evitando en la medida de lo posible los confinamientos y frenazos de la actividad económica que podría haber generado millones de parados adicionales, también puede ser valorada positivamente por sus conciudadanos.

En España, con todos los medios de comunicación controlados por el Gobierno y en sus manos la continuidad de un Gobierno de izquierdas estaría garantizada, al carecer de medios de comunicación potentes sin tener que depender de las subvenciones del Presupuesto del Estado que aquí se reparten a manos llenas.

Allí las cosas son diferentes, porque el norteamericano tiene un fondo democrático y una formación e información mucho mejor y más sana que la que tenemos aquí.

Por eso es muy arriesgado predecir lo que va a ocurrir allí.

Pero yo si me atrevo a decir lo que yo deseo y espero.

Donald Trump, nunca ha sido santo de mi devoción, ni antes ni ahora.

Pero si se trata de elegir entre él y los GLOBALISTAS DEMÓCRATAS, que tratan de controlar el mundo como ya han llegado a controlar a Inglaterra desde el Brexit, apoyando a todos los movimientos independentistas y disgregadores de España y de la Unión Europea para debilitarla y anular su importancia e influencia en el mundo no tengo la menor duda.

Siento no tener otra opción más positiva para mí y para la sociedad en la que creo.

Pero entre REGULAR Y PESIMA,  me inclinare siempre por la primera, aunque disienta en algunos de sus axiomas, pero al menos Trump defiende a sus conciudadanos y a la unidad de su país y el bienestar de la mayoría de ellos.

Aquí los patrocinadores de nuestro Gobierno, han fracasado en su elección, aunque quizás no, si les ha servido para sus objetivos, que sin duda nada tienen que ver con los míos ni con los de los españoles normales y apolíticos.

Todo esto no pasa de ser la opinión personal de un hombre, que ha vivido muchos años y en muchos países del mundo y tiene su propia opinión basada en sus vivencias y experiencias.

Hasta la semana que viene amigos y “a quien Dios se la dé, San Antonio se la bendiga”