Festival socialista convocado en plena efervescencia de la tercera ola COVID
Leía el pasado sábado 30 de Enero del 2021, que de los principales figurones (o fantoches ya que les cuadran perfectamente los dos calificativos) de España, convocaban a la vez para el lunes día 1 de Febrero, el Acto de la Inauguración de la Nueva Línea del Ave que va a unir a Madrid con Elche y Orihuela.
Cada uno por su parte, para no perder visibilidad y estar presentes en todos los Medios de Comunicación, tanto Públicos como Privados Subvencionados, Pedro Sánchez, Ávalos y Ximo Puig se encargaron de publicitar tan importante como oportuna inauguración, cuando nos tienen a todos los españoles y valencianos prácticamente confinados y sin permitirnos reunirnos en lugares públicos más de dos de nosotros.
En teoría ellos como mínimo van a ser tres.
Ni el Presidente del Gobierno quería dar todo el protagonismo al Ministro de Infraestructuras y Transportes, ni al Presidente de la Comunidad Valenciana, ni ninguno de los otros dos renunciar al suyo propio.
Por eso, no tengo la menor duda de que en los Telediarios del lunes y en las fotos de la inauguración de la línea en los periódicos del martes, les veremos rodeados de esa cohorte de compañeros socialistas que no querrán perderse la oportunidad de salir al lado de sus Jefes, aplaudiendo a rabiar esa insensatez.
Ellos son así y nada ni nadie les va a cambiar.
Se sienten protegidos por su propia impunidad y no les va a caer la cara de vergüenza de exigirnos a todos los españoles que no podamos reunirnos con nuestros seres queridos más cercanos, pero por lo visto sus lazos socialistas y comunistas con sus “acólitos aplaudidores oficiales”, son mucho más respetables y vinculantes, que los del resto de los españoles con nuestros hijos, nietos o hermanos.
¿Tan preciso era hacer esta Inauguración Oficial en plena tercera ola de esta pandemia?
¿No hubiera bastado con iniciar el servicio normal de esta línea ferroviaria, sin este boato y culto a la personalidad de quienes coartan nuestra libertad exigiéndonos a los demás lo que ellos incumplen?
Hubiera bastado con hacerlo así y cuando toda esta peste que ellos no han sabido cortar de cuajo ni mitigar en cada momento de la misma, colocándonos en el batallón de los torpes europeos, proceder a esa inauguración sin correr los riesgos actuales.
Lo realmente incompresible, no son todas las medidas coercitivas que nos imponen, según ellos para evitar los evidentes riesgos de contagio que todos comprendemos y compartimos.
Lo deplorable es que antepongan sus intereses políticos y electorales a la lógica y al sentido común.
Veremos como acaba “el festival catalán del día 14”, a partir de finales de Febrero, montado y permitido para mayor gloria y honor de los independentistas catalanes y sus eventuales socios de conveniencia en momentos determinados, que son los socialistas.
No quisiera vivir en Cataluña a partir de Marzo, porque si Dios no lo remedia, van a tener una cuarta ola muy virulenta, sin haber terminado la tercera.
¡Ojala me equivoque!
Pero sobre todo:
¡Ojala no paguemos nosotros también los vidrios rotos por ellos!
Hasta la semana que viene amigos y lectores.