Francia nos gana la partida
Si ya tenemos que aprender por la presentación de los toros en el sur de Francia, también nos han demostrado que saben defender lo que les gusta y que se sienten orgullosos por ser taurinos y además lo proclaman con la cabeza muy alta, hasta el punto que el Ministerio de cultura de Francia ha dado el visto bueno a la solicitud presentada por el Observatorio de Culturas Taurinas para que la tauromaquia sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Francia.
Una buena corrida de toros, con toros que llenan de emoción los tendidos al transmitir que lo que está ocurriendo en el ruedo es de verdad, que esa lucha frente a frente entre un toro y un torero, que acaba dominando a la fiera para esculpir con su faena una auténtica obra de arte efímera, es el espectáculo más grandioso que existe.
Envidia sana me dan los aficionados franceses, y espero que pronto los estamentos competentes españoles declaren también a nuestra Fiesta como bien inmaterial, ya que la Fiesta de los Toros forma parte de la cultura global española, del patrimonio histórico y cultural común de todos los españoles. Es signo de identidad colectiva, lo que significa que su preservación corresponda y competa al Estado.
Por parte de los aficionados debemos participar con nuestra firma a la Proposición de Ley de Iniciativa Legislativa Popular para la regulación de la Fiesta de los Toros como Bien de Interés Cultural.
Hasta ahora siempre hemos sido los aficionados los que hemos defendido nuestra Fiesta, y somos los que defendemos la integridad del toro y de la corrida de toros, pero ya va siendo hora de que los profesionales taurinos pongan también su granito de arena. Y deben ponerlo actuando con honestidad, preparando corridas de toros de verdad, para poder demostrar la autenticidad del toreo. Los toreros deben de enfrentarse a toros de diferentes encastes, no tienen que hacer ascos a ganaderías con prestigio torista. Deben demostrar su sabiduría, sus habilidades, sus dotes artísticas y su profesionalidad ante toros encastados, con trapío y con la fuerza suficiente para poder emocionar al tendido.
Hay muy buenos toreros actualmente, con mucho poderío y arte, que pueden con todo tipo de toros. Que lástima que se limiten solamente a torear toretes flojos, de media casta, que envisten como si se tratara de un carretón, y que tienen que cuidarlos y mimarlos para que no se caigan, toros que no aguantan ni un mínimo picotacito; lo que conlleva al aburrimiento y desencanto de un público ávido de toros que han pagado para disfrutar de una emocionante y buena corrida de toros, transformándose en un fraude, que tarde tras tarde ayuda a echar de las plazas de toros a los buenos aficionados.
Debemos de trabajar todos unidos por una misma causa, los aficionados por defender nuestros derechos y por nuestra afición, y los profesionales taurinos por defender su trabajo.
Ya ha empezado la Feria de Abril. La próxima semana haré un comentario de la primera parte de la Feria.