Cuando se lidia bien se triunfa
Plaza de toros de Castellón, cuarta corrida de Feria, dos tercios de entrada con dos toros de Victorino Martín para Diego Urdiales: Saludos y Vuelta al ruedo por su cuenta.
Dos toros de Miura para Javier Castaño: Oreja y dos orejas.
Dos toros de Cuadri para Eduardo Gallo: Silencio y Silencio
Preside Vicente Oliver, asesorado por Irene Fernández
Buena presentación de todos los toros pero con muy poquita fuerza, por lo que nos quedamos sin tercio de varas.
En cuanto a los toros, acostumbrados a lo que llevamos de feria, en la corrida de hoy podríamos decir que en el país de los ciegos el tuerto es el rey, pues en cuanto al trapío requerido para cualquier corrida de toros el mínimo exigible debe ser el de esta corrida, luego cada toro ya lleva lo suyo dentro, pero para un desafío ganadero, tal y como se anunciaba a bombo y platillo para atraer a gente torista, me he quedado decepcionado, porque por una parte los toros han carecido de fuerza y por otra por el menfotismo de los toreros nos hemos quedado sin disfrutar de buenos tercios de varas, aún así rompo una lanza a favor de Javier Castaño, que a pesar de las escasas fuerzas y sosería de sus toros ha sido el único torero de lo que llevamos de Feria que se ha implicado en el tercio de varas y ha llevado a sus toros dos veces a caballo colocándolos de largo. Se lo agradezco profundamente, pues es lo que vengo pidiendo durante toda la feria.
Diego Urdiales recibe a su primero por verónicas sacándolo al tercio. Mal colocado al caballo y con un mínimo picotacito el victorino pierde las manos. Brinda al público y de nuevo cae el toro tras el primer muletazo de la faena. A pesar de su poca fuerza el toro tiene guasa por dentro y el torero le da la cara. Buena tanda de naturales a media altura y remata su faena con una tanda de derechazos sueltos, pero con sabor, finalizando con un artístico abaniqueo. Tres pinchazos, un aviso, tres descabellos y palmas. Al cuarto, también victorino, cornipaso y cárdeno, de excelente trapío pero sin fuerzas, lo ha colocado muy mal al caballo, importándole un comino la suerte de varas. No brinda a nadie y al principio de su faena da la sensación de no saber que hacer con el toro. Lo saca al tercio con derechazos y el toro se le cae. Nada más le baja la mano el toro se arrodilla. Cambia a la zurda y por ahí va mejor. Buena tanda de naturales. Lástima de falta de fuerza, aun así el toro tiene su picante y el torero le da la cara y se embragueta con él. La faena sube de nivel porque hay emoción y peligro. El torero pelea con el toro, le demuestra su superioridad y arranca una ovación. Lo pincha tirándose, después le mete una estocada una chispa contraria, suena un aviso y palmas, dando una vuelta al ruedo por su cuenta.
Javier Castaño recibe a su primer Miura, aplaudido de salida, y éste lo aprieta en el tercio en sus primeros lances. Entra al caballo sin haberlo colocado en suerte, empuja y le dan una buena vara. Lo coloca Castaño de largo para la segunda vara, pero el toro no tiene fuerzas y acude soso y parado al caballo. Me gusta el tercio de varas, pero con la emoción de un toro con fuerzas, no así. Excelente brega con un solo toque de capote para colocar al toro y tres excelentes pares de banderillas que hacen sonar la música, poner al público en pie y desmonterarse los banderilleros. Cuando las cosas se hacen bien ponen a todo el mundo de acuerdo. Brindis al público. El toro tiene poca fuerza pero transmite. Tres buenas tandas con la derecha y de largo. Otra tanda con la izquierda pero el toro se le va parando. Toro noble pero sin fuerza. Una estocada y oreja. Su segundo Miura, quinto toro de la tarde con 581 kilos de peso es el más grande de la corrida. En los primeros lances con el capote ya pierde las manos. Lo coloca de largo al caballo pero el toro flojea de manos. En estos momentos el presidente debía haberlo devuelto al corral. Lo coloca de nuevo de largo pero el toro sin fuerzas entra de nuevo al caballo. Midiendo mucho las escasas fuerzas del toro, bregando con maestría, todos en su sitio y con el público expectante colocan de nuevo tres excelentes pares de banderillas. Lo mejor de la Feria hasta el momento. Vuelve a sonar la música, el público enloquecido y los protagonistas, David Adalid, Fernando Sánchez y Marco Galván saludan desmonterados. La plaza es un clamor, hay expectación, los peones, haciendo bien las cosas, le han puesto en bandeja el triunfo a su matador. hasta el toro se ha animado y parece que hasta ha recuperado fuerzas. Lo torea de largo en el centro del ruedo y el toro acude alegre. Tres buenas tandas con la derecha y de largo que entusiasman al respetable. Por la izquierda se le queda más cortito pero le da una serie de buenos naturales. Retoma la derecha y el toro humilla con nobleza. Buena estocada. 2 orejas. Hubiera sido un gesto por parte del torero que una de las orejas la hubiera paseado la cuadrilla, pues fue ella quien levantó la tarde.
A Eduardo Gallo le tocaron los Cuadri. Su primero remata en tablas a la salida, pero ya en los lances de recibo dobla las manos. Empuja el toro en su único puyazo pero sin fuerza. Chicuelinas en el centro del platillo deslucidas al caerse de nuevo el toro. Nada más le baja la muleta el toro se vuelve a caer. Embestida sosa y tediosa donde Eduardo Gallo se siente impotente y sin poder hacer nada. Una media sin soltar, dos pinchazos y cuatro descabellos. Silencio. El que cierra plaza sale reservón en el capote. Buena vara y el toro empuja. El varilarguero le da fuerte y le tapa la salida. Todos nos quedamos esperando una segunda entrada al caballo, pero el toreo pide el cambio y el presidente lo concede. Deprimente. El toro tiene su chispa y hay que saber sacar su toreo pero el Gallo no lo ve por ninguna parte. Pienso que desaprovecha el toro de la tarde. Estoy seguro que este toro en manos de Castaño hubiéramos disfrutado de él y de una buena lidia. En fin los toros son así. Sigo afirmando que en estas corridas faltaba Alberto Aguilar y Rubén Pinar. Ya veremos mañana.