Bien presentado e interesante encierro de Fernando Peña
Los chavales estuvieron en lo que son, novilleros sin picadores, a los que todavía les queda mucho por pulir, pero tiempo al tiempo. Lo importante es que salieron con ganas e ilusión y a todos se les vieron apuntes a tener en cuenta, al igual que deficiencias, pero no se puede juzgar ante un mismo examen a estudiantes de primaria, a estudiantes de secundaria y a estudiantes de último curso de carrera, valga el símil con novilleros sin picadores, novilleros con caballos y matadores de toros. En el caso de hoy nos encontramos en el primer nivel y como tal se debe de enjuiciar la crónica.
La verdad es que el examen fue importante, ya que el encierro del alcorino Fernando Peña puso a todo el mundo en su sitio, y por su puesto nadie se aburrió.
Jorge Expósito estuvo en novillero. Acudió a Castellón con muchas ganas de triunfo, tiene buenas maneras, pero todavía no ha evitado su toreo de continuos enganchones en la muleta y sus toros no permitían ese tipo de toreo. Dio una vuelta al ruedo en su primero y paseó una oreja de su segundo que fue el mejor de la tarde. Debo destacar su buena disposición a la hora de entrar a matar, pues eso si lo hizo en novillero.
Varea no tuvo su tarde. Bien con el capote ante unas excelentes verónicas de recibo a su primero, comenzando su faena con buenos derechazos dejando muy buen sabor de boca, pero pronto se diluyó su encanto tras unos enganchotes en la muleta, yendo la faena de más a menos. En su segundo le faltó más reunión con el novillo. Varea tiene estilo y maneras de torero fino, pero le falta ambición y más comunicación con el público. Le falta creérselo el mismo para poder transmitir más su toreo al tendido. Con la espada fatal, la benevolencia del presidente, señor Hermoso, hizo que su segundo no fuera devuelto a los corrales.
Vicente Soler es todo lo contrario, enseguida comunica con el tendido, tiene esa gracia y empaque que es importantísima para triunfar en este difícil mundo del toro. Tiene su personalidad, propia de la casa Soler, es muy valiente y decidido. Se le ha visto más asentado que en la pasada temporada, con más orden y madurez, pero todavía le falta torear un poquito más despacio y no aliviarse tanto. Destaco un buen par de banderillas al quiebro muy ajustado y por los adentros. A la hora de matar a su segundo, que fue el más flojo de la corrida, se desencajó y perdió los papeles.
En resumen un interesantísimo encierro de Fernando Peña, que exigía novilleros de alta preparación. Los tres novilleros estuvieron más maduros que en sus últimas actuaciones y lanzo un SOS para la Escuela Taurina de Castellón a la hora de matar, pues es su asignatura pendiente, pero no de ahora, si no de siempre.
