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El Consell aprueba un convenio con el Ayuntamiento de Ontinyent para la regeneración arquitectónica de la zona de La Cantereria

  • Se pretende eliminar el riesgo habitacional y crear espacio verde en una de las zonas más afectadas por catástrofes meteorológicas

El Consell ha autorizado un convenio de colaboración entre la Vicepresidencia y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda y el Ayuntamiento de Ontinyent para la regeneración arquitectónica de la zona de La Cantereria mediante la adquisición, la demolición de las viviendas con alto riesgo de inundación, el realojamiento de familias que las ocupan y la creación de espacio verde.

El propósito del convenio es continuar con la colaboración entre ambas administraciones para la regeneración arquitectónica de esta zona y ofrecer soluciones habitacionales que aseguren el bienestar de las familias, muchas de las cuales se encuentran en situaciones de vulnerabilidad económica y social.

Concretamente, el convenio actual financia la urbanización del parque inundable en el margen izquierdo del río Clariano utilizando vegetación autóctona, un proyecto que se ejecutará en dos fases: obra civil e instalaciones y jardinería.

La Generalitat destina una subvención global de 508.900 euros para el desarrollo de estas actuaciones durante el periodo de 2024.

Este proyecto representa un paso más hacia la recuperación sostenible de una zona clave para Ontinyent, ya que busca mejorar tanto la seguridad de sus habitantes como su entorno natural.

Un área históricamente afectada

La zona de La Cantereria de Ontinyent es una de las más afectadas por las catástrofes meteorológicas de los últimos años y está catalogada en el Plan de Acción Territorial sobre Prevención de Riesgos de Inundaciones de la Comunitat Valenciana (Patricova) como área inundable con riesgo alto.

Esta zona ha sufrido graves daños en los últimos años como consecuencia de dos fenómenos meteorológicos extremos: la DANA de septiembre de 2019 y la borrasca Gloria, que tuvo lugar entre el 19 y el 22 de enero de 2020. Ambos fenómenos ocasionaron inundaciones que obligaron a la evacuación de las personas residentes en la zona, algunas de las cuales fueron trasladadas de forma temporal a otras viviendas del municipio

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