Anna Peña ya es la máxima representante de la Fira d’Onda 2018

Onda ha vivido una emocionante tarde en la que la joven ondense, Anna Peña, ha sido proclamada reina de la Fira d’Onda. A partir de hoy comienza oficialmente su reinado, junto con su corte de honor Sonia Rodríguez y Marián Moya, en la Fira que este año celebra su 150 aniversario. Nadie ha querido perderse el acto, pues el Teatro Mónaco estaba abarrotado de familiares, representantes municipales, vecinos de Onda y representantes de las fiestas de otros municipios.

El momento más esperado ha llegado cuando la reina saliente, Mireia Centelles, ha impuesto la banda a Anna Peña, quien ha recibido una gran ovación de los asistentes con aplausos. Mireia Centelles también ha podido sentir el cariño del público tras un emotivo discurso de despedida, en el que ha deseado a su sucesora lo mejor para su reinado. El alcalde de Onda, Ximo Huguet, y el concejal de Fiestas Asensio Blaya, han entregado un obsequio conmemorativo y un ramo de flores a la reina de 2017, antes de despedirse, y posteriormente el primer edil ha sido el encargado de imponer las insignias de la Vila tanto a Anna Peña como a sus damas.

La proclamación ha estado repleta de sorpresas y el grupo de ballet de la Unió Musical Sta. Cecilia ha querido homenajear a las representantes con la interpretación de la Nana de Bella. Las jóvenes han recibido regalos de sus familiares, amigos, asociaciones y entidades locales, además de una multitudinaria ofrenda de manos de autoridades y representantes de las fiestas de municipios vecinos. Sus homólogos infantiles también han subido al escenario a entregarles sus detalles y desearles un año maravilloso. 

La mantenedora del acto ha sido la ondense Patricia Campos, expiloto de la Armada Española  y entrenadora de fútbol, quien ha dedicado unas bonitas y emotivas palabras a Anna Peña y su corte en su discurso. Para finalizar, la Unión Musical interpretó el himno de Onda, cantado por el público. Asimismo, todos los asistentes han podido disfrutar de los fuegos artificiales disparados desde el Pla, que ponían el broche a un acto que ha mantenido a los asistentes durante varias horas con las emociones a flor de piel.