FALLAS

Ocho cosas que puedes hacer durante las Fallas de Valencia

JAIME RUIX - 21/02/2022

Tras dos años sin unas fiestas al uso, hay que disfrutar las Fallas 2022 recuperando el espíritu más fallero

Las Fallas 2022 todavía no serán, por desgracia, aquellas en las que las falleras mayores den las órdenes sin mascarilla a los pirotécnicos para dar comienzo a la mascletà. Ni tampoco será la que permita percibir las emociones a flor de piel que los falleros sienten que su trabajo durante todo un año culmina con la Cremà.

Sin embargo, y a pesar de la pandemia, con las Fallas se abre un periodo de normalidad en el que vuelven los actos multitudinario y lo hacen a su puesto habitual en el Calendario. Valencia vivirá las Fallas no en una descafeinada semana de septiembre, y con el pistoletazo de salida con la Crida el último domingo del mes de febrero a partir del cual la ciudad se convierte en una auténtica fiesta durante cerca de un mes.

Para recuperar ese espíritu olvidado que todo el que ha vivido las Fallas ha experimentado alguna vez en su vida, desde elperiodic.com te recordamos las citas que no te puedes perder -aunque sí se permite añadir alguna-:

1.  Acudir a una mascletà

Y si te lo propones, y las obligaciones te lo permiten, puedes acudir a las 19 mascletaes que se disparan desde la Plaza del Ayuntamiento desde el 1 hasta el 19 de marzo, día grande de las Fallas. Aun así, has de saber que las que mayor afluencia tienen son las del fin de semana y aquellas que están más cercana al día grande, pues también se reservan estos días para las mascletaes con mayor artefacto pirotécnico.

Vivir el terremoto final a unos escasos metros es una experiencia sensitiva inigualable -y un desafío para tus tímpanos- que has de vivir alguna vez en tu vida.

2. Pasar la noche de verbena en verbena

Aquí tienes dos opciones: o someterte al nada despreciable yugo de las nuevas tradiciones, o sea, agrupar la fiesta en puntos determinados de la ciudad como el Mercat Central o Cánovas, donde se realizan discomóviles, o pasarte por las carpas (o casals) falleros donde disfrutar del verdadero significado de la germanor valenciana.

Pase lo que pase, seguramente al terminar la noche hayas conocido a gente con la que hayas compartido vivencias imborrables y construido verdaderos lazos de amistad.

3. Visitar las Fallas

Valencia es una ciudad con una gran red de transporte público, pero caminar y recorrer kilómetros y kilómetros en Fallas es un placer. Y aunque ello suponga decepcionarte con una falla que pensabas que sería más bonita.

Es cierto que tienen mayor demanda de visita aquellas que pertenecen a la Sección Especial, es decir, las que tienen mayor presupuesto y compiten por el premio que el Jurado Fallero entrega a la mejor falla. Existen varias rutas que conectan las mejores fallas de la ciudad de Valencia, pero hay una corriente que defiende que la elija el mismo visitante. Eso sí, la tradición que no se debe perder es la de apostar cuál será el ninotindultado de cada una de las Fallas.

4. Comer buñuelos con chocolate

La verdadera delicia gastronómica de las Fallas es una ración de buñuelos con chocolate. Y sirve para todo momento: como desayuno después de la verbena, como merienda durante el paseo para ver todos los monumentos falleros…

En realidad, la sapiencia popular dice que han de ser de calabaza, pero se permite en toda su variedad, y por qué no, que en vez de buñuelos, sean los todavía más dulces churros.

5. Vivir la Nit del Foc

Que Valencia es la ciudad de la pirotecnia no es ningún secreto. No obstante, incluso por encima del espectáculo de las mascletaes, algo que permite establecer una mayor conexión con la festividad fallera, es el festival de luces y sonidos que se dispara durante los últimos años en el viejo cauce del rio Turia en el centro de la ciudad de Valencia.

La Nit del Foc es uno de los momentos más emotivos de las Fallas y supone el comienzo del fin de la fiesta. Aunque habitualmente se ha celebrado en el paso del día 18 al 19, el festejo ha permitido la ampliación en una madrugada del conocido castillo que se dispara a la medianoche y de los habituales correfocs por las calles de la ciudad.

6. Ver la Ofrenda

La Ofrenda a la Virgen de los Desamparados es uno de los eventos más multitudinarios de las Fallas. En ella, participan todas las organizaciones falleras de la ciudad acompañadas de las tradicionales bandas de música. La posibilidad de entregarle las flores y de vivir un largo pasacalle que ocupa las tardes de los días 17 y 18 de marzo es una vivencia única, tanto para los que lo ven como para los que participan en el desfile.

Las calles de Valencia se abarrotan de gente para ver pasar a los falleros vestidos con sus tradicionales vestidos regionales y que portan un ramo de flores que entregan para cubrir el manto de la Virgen en un espectacular tapiz de 15 metros de alto.

7.  Encontrar un sitio para comer en el centro

Comer a las cinco de la tarde no es ninguna sorpresa para el que pasa un día de Fallas en el centro de Valencia. Ver la mascletà tiene sus riesgos. Así, que encontrar un sitio para comer o para encargar algo de comida para llevar es todo un reto.

Y si no, puedes optar por irte a las afueras de la ciudad y reservar para comer una paella en El Palmar o en la Malvarrosa, aunque eso suponga perderte una mascletà.

8.  Participar en la Cremà

Quizás por ser el culmen, es el momento más íntimo de las Fallas. Y esto es una tendencia que se ha ido acrecentando. Es el momento de cada una de las Fallas, el instante en el que la noche del 19 de marzo, se produce la quema final del monumento a cargo de las falleras mayores.

Desde fuera, participar en la Cremà se ha vuelto cada vez más complicado para alguien que no es fallero. Valencia se enciende esa noche, y tal vez, al contrario que en las otras tantas tradiciones, lo más sensato sea acudir a una de las fallas y observar con detenimiento el sentimiento de los protagonistas en el momento en el que se pone el punto y final a la que los valencianos consideran -y razón no les falta- la mejor fiesta del mundo.