Drama en Nules: cierra la cooperativa Cítrics en la cuna de la clemenules
El alcalde asegura que es “una muy mala noticia” porque “afecta a muchísimas familias”
El 29 de agosto de 2023 será un día difícil de olvidar para Nules después de que la junta directiva de la cooperativa Cítrics comunicara en asamblea que no iniciarán la campaña de este año y echan el cierre. Cabe señalar que en Nules han llegado a haber hasta cinco cooperativas de naranjas y Cítrics era la única que se mantenía en pie.
El alcalde de Nules, David García, ha valorado como “una muy mala noticia para Nules” la decisión comunicada ayer por la junta directiva, dado que “afecta a muchísimas familias y, además, era la única cooperativa citrícola que había en Nules”.
El salón multifuncional de la población de la Plana Baixa acogía ayer por la tarde la asamblea en la que los socios recibían la noticia como un jarro de agua fría en la localidad que es la cuna de la clemenules.
La cooperativa Cítrics cuenta con algo más de 400 socios y con cerca de 1.200 empleados, la mitad de ellos mujeres, lo que supone un mazazo para la economía local y de la comarca porque la cooperativa daba trabajo indirecto a otras empresas de la zona.
El detonante: la mala campaña anterior
Según comunicaba la junta directiva en la asamblea, aunque las causas serían varías, el detonante fue la mala campaña, incluida una granizada, más la decisión de una entidad financiera de no renovar las operaciones de crédito contratadas lo que aboca a la entidad a un concurso de acreedores y a presentar un ERE (expediente de regulación de empleo) para la totalidad de la plantilla.
Asimismo, la contabilidad se vio afectada “seriamente”, según informaban en la asamblea, por los “impagos de clientes” que ha tenido que asumir la entidad. A ello hay que sumar la crisis inflacionista y la subida de precios por la guerra en Ucrania que ha obligado a hacer ajustes contables.
Dos años de Cítrics de Nules
Aunque la cooperativa Cítrics de Nules comenzó a operar en 2021 tras la fusión entre Nulexport y Cipla, por el que la segunda asumía las deudas de la primera entidad fusionada, lo que situaba a la cooperativa en situación complicada. La intención era crear una empresa más grande y que permitiera comercializar 30 millones de kilos de naranja.