Una casa de este pueblo de Castellón se convierte en un faro de luz por Navidad
Se ha convertido en un lugar de peregrinación para los niños de Nules, quienes acuden para contemplar el espectáculo de luces y la decoración festiva
Con la llegada de la Navidad, las luces y la decoración llenan de magia los hogares. En Nules, la calle San Pablo es hogar de una tradición luminosa que se ha mantenido viva durante décadas. La casa de Maite Romero y Salvador Torralba, que ha sido un faro de luz navideña desde 2002, ha vuelto a iluminarse este año después de un breve paréntesis.
La historia de esta tradición se remonta a varias décadas atrás. Maite, que vivió en Andorra durante su juventud, trajo consigo la costumbre de iluminar las casas en Navidad cuando se trasladó a vivir a Artana con su esposo. La tradición continuó en Nules desde 2002, salvo en 2015, cuando la iluminación fue más modesta debido a circunstancias personales.
La calle San Pablo, también conocida como la Masá, al no tener la iluminación municipal, por lo que los residentes decidieron dar vida a la zona con sus propias decoraciones. La casa de Maite y Salvador destaca cada año por su innovador diseño luminoso.
La tradición marca que las luces se enciendan el 8 de diciembre, con la festividad de la Purísima, y permanezcan iluminadas todas las tardes hasta el Día de Reyes. La casa se ha convertido en un lugar de peregrinación para los niños de Nules, quienes acuden para contemplar el espectáculo de luces y la decoración festiva. Incluso se han planeado sorpresas para el próximo año, como la instalación de un buzón para que los niños dejen sus cartas a Papá Noel y los Reyes Magos.
En esta casa navideña, la magia y la alegría de la temporada resplandecen, creando un ambiente cálido que atrae a vecinos y visitantes por igual. La tradición continúa, iluminando no solo la casa, sino también los corazones de aquellos que la visitan.