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Nuevas candidaturas valencianas se presentarán para optar a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

  • Dos de los cuatro elementos españoles inscritos actualmente en la Lista Representativa de Patrimonio Inmaterial de la Unesco son de la Comunitat

  • La Festa de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí y la tamborada de Alzira, en candidatura conjunta con la tamborada de Hellín, son presentadas al Consejo Nacional de Patrimonio

La última sesión del Consejo del Patrimonio Histórico, que tuvo lugar ayer en Alcalá de Henares, ha sido especialmente importante para nuestra Comunitat, ya que se han presentado dos nuevas candidaturas para optar a presentarse a formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

Estos nuevos elementos son la Festa a la Mare de Déu de la Salut de Algemesí y la Tamborada de Alzira. Este último elemento forma una candidatura conjunta con la tamborada de Hellín (Comunidad de Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucia, Aragon).

La Festa a la Mare de Déu de la Salut, que fue incoada como Bien de Interés Cultural Inmaterial, por al Dirección General de Patrimonio Cultural Valencano el pasado 15 de junio, es el principal monumento de la religiosidad popular de Algemesí.

En la actualidad la nota más característica de la “Festa a la Mare de Déu de la Salut” es la participación popular. En este sentido, se ha llegado por parte de los vecinos de Algemesí, a tener un mismo sentir, entendiendo la fiesta como un patrimonio común y propio del conjunto de la población.

Todos los estudios realizados sobre esta fiesta coinciden en remarcar su gran contenido cultural. Conjuntos plásticos, como “la Muixeranga”; bailes como “els Bastonets” o “els Tornejants”; o la música con que se acompañan, son el producto de haber sabido mantener y conservar un aspecto fundamental de la cultura de Algemesí y de los valencianos en particular. Así, “la Festa a la Mare de Déu de la Salut”, ha acontecido con el paso de los años, un símbolo irrenunciable que identifica al pueblo - que lo ha creado - y su tradición.

Se caracteriza, por haberse desarrollado de forma continuada desde sus inicios hasta nuestros días, conservando danzas y músicas tradicionales, sin ninguna ruptura. Igualmente es muy destacable el tema musical, habiéndose conservado numerosas melodías tradicionales. Debido a que para la pervivencia de las danzas, era necesaria la música del “tabal i dolçaina”,

En cuanto a la tamborada de Alzira, ésta tiene su origen en las celebraciones de la Semana Santa, que remontan su primera noticia documental a 1539. y se refieren a la Cofradía de la Sangre o de la Preciosísima Sangre de Jesucristo, denominada también de la Soledad. Después de un proceso continuado a lo largo de más de cuatro siglos de incremento de cofradías y cofrades, en el momento presente la Semana Santa de Alzira cuenta con unos efectivos humanos en torno a los 7.000 miembros, agrupados en 18 Hermandades y Cofradías, y que en su conjunto reúnen 25 Pasos procesionales.

Todos los actos de la semana santa alcireña están acompañados de las composiciones de las Bandas de Tambores de las propias Cofradías y Hermandades, desde su aparición a cargo de la Hermandad de Caballeros de Cristo Crucificado en la Agonía en 1955. Desde ese momento se han venido incorporando a cada una de ellas, y se han organizado en la Banda de la Junta de Hermandades y Cofradías, donde se agrupan integrantes de todas las bandas existentes, en múltiplos de tres y hasta doce miembros de cada una.

Asimismo, se creó en 1992 la Tamborada Local, Jornada de Exaltación del Tambor y el Bombo Ciudad de Alzira, que ya cuenta con 18 ediciones. Todos los años miembros de estas bandas de tambores y bombos de Alzira acuden a la tamborada de Hellín, y se implican activamente en la fiesta, por lo que se ha considerado oportuno apoyar la candidatura para formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Unesco.

La Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es la heredera del antiguo Programa de Obras Maestras de Patrimonio Oral e Inmaterial de la UNESCO, con el que España obtuvo la declaración del Misteri d’Elx y la fiesta de la Patum de Berga, fiestas que pasaron a formar parte de la Lista Representativa desde el momento mismo de su formación. Actualmente España cuenta con cuatro inscripciones en la Lista Representativa de Patrimonio Inmaterial, al haber conseguido en septiembre de 2009 la inclusión del silbo gomero y de la candidatura conjunta del Tribunal de las Aguas y el Consejo de Hombres Buenos de Murcia.

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