Presentación de El parlars valencians en Mutxamel
El pasado 20 de abril Vicent Beltran Calvo presentó en el auditorio del centro social José Bernabéu Alberola la segunda edición de Els parlars valencians.
El libro de Vicent Beltran y Carles Segura editado por el Servicio de Publicaciones de la Universitat de València describe de manera muy exhaustiva la riqueza lingüÃstica a lo largo del territorio valenciano. El buen recibimiento de la obra se muestra en las diferentes reimpresiones que ha tenido y a Mutxamel nos llegó ya la segunda edición, que mejora la primera.
El libro es el resultado del interés de los autores por su lengua, incluso antes de estudiar en la Universidad ya prestaban atención a las palabras que los rodeaban. Después vinieron los años de Filologia Catalana, y las respectivas tesinas, tesis y trabajos. Han realizado entrevistas a miles de personas, y han visitado cerca de trescientos pueblos. Los informantes son personas de más de setenta años, "fills i néts de cada poble i a poder ser que no hagen eixit massa per a evitar contaminacions lingüÃstiques" objetivo es identificar el habla tradicional, las formas heredadas.
Otro de los objetivos, que se logra cada vez que los receptores tienen conocimiento, es hacer recobrar la autoestima en la forma de hablar y que pasan de avergonzarse de su manera de hablar a sentirse orgullosos de cómo lo hacen.
Una obra que, tal y cómo refleja su acogida y como disfrutaron los asistentes, tiene interés mucho más allá del ámbito puramente académico. Es decir, cualquier persona interesada puede encontrar información muy detallada sin necesidad de tener conocimientos teóricos de dialectologÃa.
Además hay que remarcar que a lo largo de las entrevistas se manifiesta que las maneras de hablar valenciano comparten con el resto del dominio lingüÃstico catalán más del 90% de caracterÃsticas, tanto léxicas como morfosintácticas. Pero como a la hora de estudiar la lengua destacan más las pocas cosas que nos diferencian que las comunes, y las que escapan de la norma más que las muchas normativas, «lo que hace falta es que la gente se de cuenta que su forma de hablar es igual de buena que cualquier otra, y que a pesar de que en situaciones formales hay que renunciar a algunas cosas, tenemos que valorar lo que hablamos. Hay que adecuarse a cada contexto, pero no considerar como incorrectas las variantes dialectales. AsÃ, además, apreciaremos más nuestra lengua y la utilizaremos más».