"Ese mundo de los privilegiados no es el nuestro"
Entrevista a Alberto García-Teresa, doctor en filología hispánica, poeta y ensayista
Entrevista que nos trae nuestro colaborador Ángel Padilla a Alberto García-Teresa, doctor en filología hispánica, poeta y ensayista:
Alberto, tú y yo nos conocemos hace tiempo, y como Falcón, Orihuela, o el que su cuerpo marchó pero aún está, Lizano, hablamos a lo directo y sin filtros.
De ti sería una infamia proponerse explicarte, y a tu obra, reducido como frontispicio de una entrevista porque has recorrido tanto, y en todos los ámbitos de la comunicación, la crítica, que derivo a la gente interesada en ti -los que te conocen en España, en la literatura, que son muchos, ya te saben- a buscar en la red y aparece todo tu largo camino.
¿Cómo te encuentras, espiritual, físicamente, ahora?
AGT: Gracias por tus palabras, Ángel. La verdad es que son tiempos complicados y cada vez más preocupantes por el abismo hacia los colapsos ecosociales a los que nos dirigimos. Con todo, me encuentro, y pienso que debemos hacerlo también a nivel colectivo, en eso que ha denominado Jorge Riechmann últimamente como “esperanza contrafáctica”; una esperanza “a pesar de”. Creo que una esperanza movilizadora (no resignada) es la mejor herramienta con la que podemos encarar este presente; una esperanza que nos anime a trabajar por una sociedad justa, digna y suficiente para todas y para todos (incluidos los animales no humanos y los otros seres vivos).
Combinas la escritura de tus libros de poeta, como poeta, con la de ensayos, tremendamente bien armados. Te confieso que siempre que cojo algún ensayo tuyo sobre literatura contemporánea crítica, o de fantasía especulativa, distopías, etc., me sorprende la impresionante cantidad de conocimientos que atesoras. Si hay alguien lo suficientemente dotado para realizar una historia de la literatura contemporánea, sin duda eres tú, al margen del fiel retrato que ya has hecho, sobradamente, sobre los escritores insumisos. ¿Te tienta escribir una historia del libro moderno, de cómo se ha convertido en objeto, de cómo el entretenimiento ha dejado fuera al arte literario, a lo crítico? Creo que sé tu respuesta: sobre esos que copan los espacios y no saben escribir, sólo entretener con literatura banal, ya se escribe bastante. ¿Es eso? Aunque... La mayoría de la gente se cree que "eso" es la literatura normal de la época y que "eso" son los escritores de hoy...
AGT: Te agradezco que valores de esa manera mi trabajo... Bueno, uno intenta escudriñar y leer con atención para poder comprender mejor lo que encierra y lo que despliega cada obra literaria. Me alegra que pueda ayudar en otras lecturas. Sobre esa propuesta de una historia de la literatura contemporánea, pienso que lo interesante sería que fuera un trabajo coral, pues cada una/o miramos el mundo desde nuestra posición (y emular que lo hacemos desde otra es falseamiento o impostura). En ese sentido, yo podría aportar desde una mínima parte, pero una empresa tan ambiciosa como esa debería ser fruto del trabajo compartido de un grupo amplio de personas, tanto por rigor como para garantizar diversidad.
En cuanto a cómo la literatura ha ocupado una función de entretenimiento y distracción, hay que tener en cuenta cómo resulta un vehículo muy útil para la transmisión de valores e ideologías hegemónicas. El sometimiento requiere instrumentos que asienten de manera poco evidente la manera de ver el mundo de los poderosos para que se perciba que la “normalidad” es su dominación y su injusticia. Ante esos procesos de intentos de naturalización de su desastre, quienes apostamos por un arte y una literatura críticas, inquietas, cuestionadoras, debemos ser conscientes de que tenemos que situarnos en una estrategia de confrontación a todos los niveles. Considero que la autoafirmación es importante para reafirmarnos en momentos de incertidumbre y de desánimo, pero nunca ha cesado la batalla entre quienes dirigen la vida y quienes sufrimos la desigualdad, el robo de nuestra fuerza de trabajo y las consecuencias del expolio del Poder.
¿Qué escribes ahora? Y si no quieres no me cuentes, si es secreto o en esto eres algo supersticioso o ritualista (sonrisa mía, yo soy un maniático enorme...).
AGT: Ando bastante parado en cuanto a escritura de poesía. Lo cierto es que ando, quizá, ganando tiempo o cogiendo aliento para saltar desde donde me dejó “El alba se asoma entre los cerrojos”, que es la pieza que cerraba mi último poemario; A pesar del muro, la hiedra. El registro que empleo en ese largo poema (600 versículos que hablan de la inminencia de una revolución, de una transformación radical de la vida, incidiendo en esa condición de umbral con un lenguaje asomado a lo alucinatorio y lo expresionista) me ha dejado un tanto exhausto y sin certezas de por dónde seguir avanzando poéticamente sin reiterarme.
De ahí, pudiera ser, que ande jugando en los últimos años con greguerías y experimentando con textos impulsados por fotografías o música. De hecho, en marcha tengo un proyecto con la fotógrafa Jimena Cuerva, que ha captado edificios en ruinas en blanco y negro, donde yo estoy escribiendo piezas de ficción lírica de corte oscuro que acompañen sus imágenes y que han sido elaboradas bajo intensa escucha de música doom metal y dark ambient. Se llama Escombros, y pronto queremos empezar a ponerlo en movimiento en diversos “espectáculos” donde sumemos música, literatura y fotografía.
El Open Arms dando vueltas por el mar con migrantes rescatados, pidiendo permiso para recalar en los países, y siéndole negado. Días, se les acababa el combustible. Eso nunca desaparecerá de nuestro recuerdo. Escenas así, tantísimas, en este mundo presente...
AGT: Los privilegiados tienen que lograr que toda su sociedad los proteja (aunque esta esté siendo agredida y explotada por ellos). Impulsar el miedo al diferente y a perder las migajas es una estrategia muy efectiva que llevan siglos desarrollando (nunca debemos olvidar la I Guerra Mundial y cómo destrozó la I Internacional). Ante las crisis ecosocial que se nos avecina, esas políticas de exclusión se tornan aún más peligrosas. Que la solución sea levantar muros solo reafirma que ese mundo de los privilegiados no es el nuestro. Nosotras/os necesitamos y creemos en la solidaridad y el apoyo mutuo como forma de avanzar y crecer individual y comunitariamente.
Cuando piensas en poesía, para elevarte el alma y seguir, como cuando yo pienso en el “Romance sonámbulo” de Lorca o en el Vientos del Pueblo de Hernández, ¿en qué poema o versos piensas?
AGT: Hay unos versos del poeta alemán Günter Eich que me impulsan continuamente: “Sed incómodos. / Sed la arena / y no la grasa / en el engranaje del mundo”.
Siempre te has puesto del lado de las luchas, trabajas en su interior, feminismo, contra el capitalismo, a favor de las minorías reprimidas y pobres..., el animalismo y el ecologismo son temas de gran interés para ti. ¿Notas que se avanza o que sólo lo parece? Las mujeres siguen muriendo a manos de la violencia machista, los animales siguen en las granjas infernales y acuarios, los niños en determinados sitios de la tierra siguen viendo llegar los obuses y misiles por el cielo hacia sus casas...
AGT: En algunas cosas se está empeorando: la degradación ambiental a consecuencia de la acción del ser humano se agrava y, además, en vez de reducir nuestro impacto dañino, sigue aumentando. La desigualdad social, por otra parte, se acrecienta, y esa minoría enriquecida se hace cada vez más rica y los millones de personas empobrecidas aumentan en número a nivel mundial.
Sin embargo, en otros aspectos hay un claro avance, que debemos observar en perspectiva y sin caer en el cortoplacismo y el culto a la inmediatez en los que nos educa la sociedad de consumo: el aumento del nivel de conciencia feminista a escala internacional o la respuesta, especialmente de los jóvenes, ante la emergencia climática. Aún queda muchísimo camino por recorrer, desde luego, pero conviene no perder de vista esos pasos y esos saltos para mirar al horizonte y seguir caminando con los dientes apretados y las manos abiertas.
Coordinas encuentros de poesía y literatura, de la antropológica, de la que se comunica de verdad. Has recorrido todo el ámbito español y creo que también otros países con tus libros. ¿Al final, qué quedará en cuestiones de arte de esta época?
AGT: La verdad es que soy muy escéptico con el porvenir que nos espera… Quizá seamos la generación de los que, incomprensiblemente, permitieron y alentaron su propia destrucción y de la mayor parte de los ecosistemas y especies vivas del planeta. Sinceramente, cuando pienso en qué dejaremos, sólo vislumbro ruinas… ¿Qué papel jugará el arte? De que miremos de frente al presente depende…
Para terminar, sé que siempre andas muy ocupado y te agradezco infinitamente esta entrevista, ¿Qué le dirías al que ahora está leyendo nuestra conversación, que ha tenido en su árbol genealógico, en la lejanía, iguales familiares que nosotros, y espera, como lo esperamos nosotros, algún verbo liberador, alguna contraseña, algo en la palabra, en el aire?
AGT: Que la empatía es el imprescindible primer paso para poder aspirar a cambiar las cosas. Y lo bueno es que podemos empezar a desarrollarla de inmediato; sólo con mirar a los ojos a quien tenemos a nuestro lado.