Mulet recuerda que la prolongación de la CV-10 (A-7) debería estar finalizada en 2010 según el Protocolo de Carreteras
Compromís lamenta que se entesten en polémicas como el bypass de València y no en obras estratégicas de país y confía un cambio con la nueva ministra
El senador de Compromís, Carles Mulet, ha denunciado la inacción del gobierno español por conectar de una vez la A-7 a su paso por las comarcas de Castelló, lo que supondría el desdoblamiento real de la N-340 por el interior, una mejor seguridad en el tráfico rodado, una apuesta contra la despoblación y nuevas oportunidades para los municipios interiores de estas comarcas. Desde la coalición recuerdan que según el Protocolo de Carreteras la prolongación a través del territorio valenciano debería estar finalizada desde 2010. Se mantiene por tanto una autovía de gran capacidad cuyo trazado es inexistente desde l’Hospitalet hasta Vilanova.
Para Mulet “esto supone un hecho sin explicación alguna, sin justificación posible atribuible a los gobiernos de PP y PSOE que jamás han apostado por este vial, lo que penaliza nuestra economía, posibilidades y supone un agravio con otros territorios, que cuentan con autovías seguras, rápidas y gratuitas y facilitan las exportaciones de sus productos”.
El senador ha recordado que Compromís siempre ha mantenido la misma opinión respecto este necesario vial, que debe ejecutarse de la forma más sensible posible con la fragilidad del territorio y ha recordado que “Ábalos se entestaba con polémicas como el by pass de València y actuaciones insostenibles e innecesarias y otras que nadie reclamaba, mientras realizaba oposición a la Generalitat. Confiemos que la nueva ministra entienda de la importancia de las comunicaciones en el corredor y se deje de estudios para demorar una obra prioritaria y de improvisar constantemente con los valencianos y nuestras necesidades”, ha insistido Mulet.
El senador valencianista ha recordado que la gratuidad en la AP-7 ha conllevado una huida del tráfico de camiones del interior a la costa, lo que ha dejado la autopista al borde de la saturación y aumentado su peligrosidad, mientras que este tráfico podría optar por el interior fácilmente si tuviese una autovía que no esté condenada al punto negro que supone la CV-13 y a ir desviándose por estar interrumpida en 110 kilómetros.