La nueva obra de conservación del castillo, paso a paso
Fomento y Cultura anunciaron, la pasada semana, que restaurarán los muros del Castillo junto a la Tahona y Evacuación de aguas de la Plaza de Armas
DESCRIPCIÓN DE LA OBRA
La parte alta del Castillo de Morella se restauró en dos actuaciones del Ministerio, en los años 2000 y 2005. Una vez consolidada esta zona superior, el proyecto de obra persigue un doble objetivo: continuar con la evacuación de aguas desde la parte superior del Castillo y consolidar la parte de muro que sufrió un grave colapso en las lluvias torrenciales del año 2000. Esta zona recoge, en estos momentos, toda el agua de escorrentía de la parte superior de la Plaza de Armas -punto más elevado de la fortaleza- ventiéndola al nivel inferior, encima del convento de las Monjas Agustinas.
CAUSAS DEL DETERIORO
Las principales causas de la afección que se derivan del proyecto de ejecución de la restauración, son el grave deterioro de los grandes muros de contención, la erosión en la superficie por la que discurre el agua de escorrentía y el mal estado de la estructura portante vertical del Aljibe de la Tahona. Estas patologías se han causado por distintos motivos como los fenómenos metereológicos -lluvia, viento, humedad, osicilación de la temperatura-, la disgregación de la piedra o la falta de mantenimiento.
UBICACIÓN DE LA ZONA AFECTADA
La zona propuesta para la actuación se encuentra al Sur del Castillo, a los pies del Palacio del Gobernador y junto a la torre de la Pardala. Se trata de una superficie terraplenada, situada junto al Aljibe próximo a la Tahona. Cabe señalar que el Castillo de Morella tiene tres niveles y, la zona afectada, se encuentra en el primero.
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
La intervención deberá mantener la autenticidad del monumento. Esta autenticidad depende más de que se correspondan fielmente las funciones e intervenciones previstas por sus autores primogénitos que de que los materiales que constituyen esos elementos sean los originales a otros que los hayan substituido.
La actuación se encamina a solventar los deterioros motivados por las filtraciones de aguas pluviales. Para ello, se realizarán dos actuaciones complementarias. Una, la conducción del agua de escorrentía hasta las inmediaciones de la Torre de la Pardala, en la que se evacuará el agua fuera del recinto. Para ello, se utilizarán dos “balsas” de decantación, que resuelven las diferencias de cota de la accidentada topografía, un tramo de drenaje enterrado y un albañal que recoja el agua superficial.
La segunda, reparar los dos grandes socavones provocados por las lluvias torrenciales de otoño del año 2000. En la zona situada junto al Aljibe, se propone resolver el problema del drenaje de las aguas de escorrentía y, posteriormente, rellenar con un terreno adecuado para devolver la la plataforma su fisionomía anterior. En la zona más cercana al Palacio del Gobernador, se eliminarán los rellenos y se limpiará la base sobre las rocas para proceder a su consolidación, de forma similar a la anterior.
Además de la reparación de los socavones, también es muy importante la consolidación de los muros. De esta forma, se evitará la erosión producida por el agua. Para ello, se prevé la limpieza de las superficies horizontales y de los paramentos verticales de los muros, así cómo la impermeabilización de éstos y la reposición de muros de mampostería.
En total, la obra de conservación tendrá una duración aproximada de seis y el Ministerio destinará 223.164 euros.