Morella intenta ser considerada Slow Città
El vicepresidente del movimiento Slowfood en España, Jorge Hernández visitará hoy Morella
El Slowfood es un movimiento que se originó en Italia y que tiene como máximo referente la Toscana. En España, es un movimiento joven que se está formando en los últimos años. Hasta el momento, apenas ocho localidades tienen este tipo de consideración. Éstas son, Begur, Pals y Palafugrell en Girona, Mungía, Lekeitio, en Vizcaya, Bigastro en Alicante, Pozo Alcón, en Jaén y Rubielos de Mora de Teruel. La cultura Slow nace como crítica a la ritmo de vida que se desarrolla en las grandes ciudades y aboga por una forma de vida más pausada, más tranquila y basada en las tradiciones que identifican a los pueblos.
El pasado fin de semana, representantes del Ayuntamiento de Morella se desplazaron hasta Rubielos de Mora para asistir a las jornadas Vivir Slow. En ellas, participaron exponentes de esta cultura a nivel nacional y explicaron temas importantes como la salud o el bienestar social, desde los valores que promueve el movimiento Slow.
A la reunión de hoy, asistirá el vicepresidente de este movimiento en España, Jorge Hernández y otros técnicos de Castellón y Teruel. El objetivo de la reunión es perfilar el proyecto del Circuito 2M, para poder presentarlo al Ministerio de Medio Ambiente. Este circuito sería lo que se conoce como Slow Travel y abarcaría las comarcas turolenses del Maestrazgo y el Matarraña. Como estos territorios no tienen ninguna ciudad Slow, pretenden que Morella reciba esta consideración e incluirla dentro del Circuito 2M.
Morella cumple muchos de los requisitos que se necesitan para ser ciudad Slow, como promover esta cultura -en estos momentos hay un bar en la nevera medieval que basa su funcionamiento en el Slow- tener un plan de reciclaje, un plan de movilidad que regula la entrada de vehículos, un plan de accesibilidad o la promoción de la restauración del caso urbano.