MORELLA | SOCIEDAD

José Antonio Aguilar y Malú Blasco, cruces de Santa Lucía 2024

ELPERIODIC.COM - 05/01/2024

Su implicación para la organización y conservación de las fiestas y tradiciones locales avalan la entrega de la máxima distinción de la ciudad

Ambos se han involucrado en festividades como los Reyes Magos, el Anunci, el Sexenni, la Feria, la Semana Santa o el Corpus Christi durante décadas

El Ayuntamiento de Morella ha celebrado esta mañana el pleno extraordinario para aprobar, a propuesta de la alcaldía, la concesión de las cruces de Santa Lucía 2024. José Antonio Aguilar Sorribes y Mari Luz Blasco Querol recibirán la máxima distinción de la ciudad el próximo domingo 7 de enero en un acto cívico en la Sala del Justícia a las 13.00 horas aprovechando la festividad del patrón de Morella, Sant Julià. La cruz de Santa Llucia se concede para reconocer aquellos méritos especiales, cualidades y circunstancias singulares que ayuden a la construcción de la ciudad a través de su trabajo diario y al mantenimiento de las tradiciones y costumbres como han hecho estas personas durante décadas.

El alcalde de Morella, Bernabé Sangüesa, ha destacado que "Malú y José Antonio han contribuido activamente en la conservación de nuestras fiestas más importantes, así como animado a la participación de la gente en todas ellas" y ha añadido que "hay que reconocer su labor de tantos años detrás de la organización y coordinación de actos multitudinarios como los retablos del Sexenni o la cabalgata de los Reyes Magos”. El edil ha explicado que "la máxima distinción de la ciudad se otorga para reconocer el trabajo y el esfuerzo de las personas y colectivos con Morella y estas personas tienen motivos de sobra para recibir la cruz de Santa Llúcia" . Por último, Sangüesa ha aprovechado para "felicitar a José Antonio y Malú por involucrarse tanto en las tradiciones del pueblo" y ha remarcado que "su labor seguro que continuará durante muchos años".

José Antonio Aguilar

Las tradiciones son uno de los valores más importantes que tenemos como morellanos. Nuestra historia y patrimonio van atados de la mano siempre y lo han ido a lo largo de los siglos. No entendemos la existencia de Morella, nuestro pueblo, sin la presencia en su cabeza del castillo, las murallas o la iglesia, sus calles y sus casas. Pero nada de esto tendría sentido sin su gente, sin todas aquellas personas que lo han hecho llegar hasta nosotros. De la misma forma que nos han hecho llegar hasta nuestros días nuestro patrimonio folclórico, uno de los más importantes y reconocidos en todo el territorio valenciano y Nacional.

Morella cuenta desde hace siglos con una tradición, unas fiestas, insuperables, de esfuerzo y de colaboración, de cariño y de devoción. Unas fiestas que han atravesado períodos de guerra y de pobreza aguantando gracias a todas las personas que han puesto su grano de arena para poder seguir adelante pasara lo que pasara. Sin ellas, ahora Morella sería un pueblo con un castillo, pero mucho más pobre de espíritu, y de hermandad, convivencia y orgullo. Fiestas como el Sexenio o el Anuncio, las dos mayores que tenemos como morellanos, nos hacen ser pueblo, nos hacen ser una comunidad unida y luchadora. Estas festividades salidas de la devoción por la Virgen de Vallivana que ya han traspasado las fronteras de la religión, nos unen cada seis años, como lo hace cada año la rogativa en la que todo el mundo participa por esta devoción y por esta unión como pueblo.

Todas estas festividades y otras muchas sacan adelante por la inversión de tiempo y empuja de muchos vecinos y vecinas, siempre se van renovando y las personas colaboran más unas ediciones que en otras, pero algunos han estado desde hace décadas al pie del cañón para salvar en ocasiones y tiempos difíciles su celebración, y por hacerlas mayores en tiempos de bonanza.

Una de estas personas ha sido José Antonio Aguilar Sorribes. Morellano, de 73 años, lleva toda su vida involucrado en la fiesta y las tradiciones de Morella. Durante casi 40 años ejerció de profesor, especialmente de valenciano, pero también siendo pionero y promotor en el ámbito de la fotografía, cuando debían revelarse en ese cuarto oscuro. Por sus clases han pasado decenas de generaciones de morellanos y morellanas, la gran parte por el colegio, el Edificio Colomer Zurita y ya los últimos por el nuevo IES Els Ports, donde se jubiló en 2011.

Fuera de este trabajo siempre ha estado involucrado en las festividades que eran por y para la Virgen de Vallivana, la rogativa, el rosario, el Anunci o el Sexenni. En todas ellas ha estado siempre colaborando para que el pueblo de Morella siguiera adelante con sus fiestas, tradiciones y devoción hacia la patrona.

Mari Luz Blasco

Los reyes magos, los Reixos, los tres de Oriente, en Morella tienen muchos nombres y podemos referirnos a ellos de muchas maneras, pero todos estos nombres nos evocan a lo mismo, a una tradición ya arraigada la ciudad. Una tradición que hemos convertido entre muchos morellanos y morellanas en una festividad de las más importantes y relevantes en el calendario anual morellano ya equiparada por participación, tiempo, memoria y devoción a otros de mucha mayor antigüedad como nuestra querida Feria, la Semana Santa o el Corpus. Éstas son fechas marcadas en fijo en el calendario.

Pero esta celebración, al igual que el resto, está viva y es fuerte gracias a las personas, muchos vecinos y vecinas que en las últimas décadas han luchado, cada uno desde su posición y posibilidades, y trabajado por ella de forma desinteresada y pasional. Desde que entre 1910 y 1916 se iniciara según la revista de Vallivana las primeras cabalgatas que, a pesar de suspenderse algún año por el frío, han llegado hasta nuestros días en plena forma. Es actualmente cuando después de años de lucha y de trabajo desinteresado de muchos morellanos, la cabalgata ha abarcado su máximo esplendor y los Rejos, chambelanes, odaliscas, pajes del Karakorum, llegan cada 4 y 5 de enero con fuerza.

Éste es un trabajo para los más pequeños, todas las personas que colaboran lo hacen por ellos, porque a nosotros nos lo han hecho y ahora todos queremos que la ilusión se mantenga siempre viva y expectante. Pero al igual que se cuida a los pequeños debe hacerse con los mayores de cada casa, los más mayores de cada casa con cuidado y dedicación que nos han traído hasta aquí. Porque la misión es cuidar a todas las generaciones del pueblo, dar vida y esperanza a los más jóvenes y felicidad, actividades y cuidados a los más mayores. Un trabajo y dedicación que es en el día a día, pero que también debe sacarse cada seis años en el Sexenio con su organización.

Una persona que ha estado en las últimas décadas trabajando este aspecto ha sido Mari Luz Blasco Querol, quien ha luchado para que los más mayores de este pueblo tuvieran unos servicios y unas actividades de calidad, ha trabajado para conservar nuestras fiestas y tradiciones como el Sexenni y para agrandar y especial cada año la cabalgata de los Reixos. Ella, junto con su marido, Toni, que nos dejó hace unos días, han luchado junto con la organización de la cabalgata para que ésta fuera siempre algo mayor que el año anterior.

MÁS FOTOS