Inmigrantes y refugiados participarán este domingo con las banderas de sus países en una misa en la parroquia San Miguel de Soternes
A las 19.30 horas en la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado
Fieles migrantes y refugiados residentes en Valencia participarán el próximo domingo en una eucaristía en la parroquia San Miguel de Soternes, con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.
En la eucaristía, que dará comienzo a las 19.30 horas, los fieles acudirán con las banderas de sus países de origen, acompañados de familiares y amigos “que comparten con ellos inquietudes y la lucha para mejorar sus condiciones de vida”, según ha indicado Olbier Hernández, delegado episcopal de Migraciones del Arzobispado, delegación encargada de organizar las celebraciones en torno a esta jornada.
La eucaristía contará con los cantos de la comunidad filipina y africana. Una vez concluida la celebración, se ofrecerán cantos y danzas típicas de África, así como la proyección del vídeo que ha editado la Conferencia Episcopal Española con motivo de esta jornada, bajo el lema “No se trata solo de migrantes”. Finalmente, todos los asistentes podrán degustar un picoteo en la plaza de la Cruz, próxima al templo.
La jornada, que hasta ahora se celebraba en enero y ha sido trasladada al último fin de semana de septiembre, pretende sensibilizar sobre la acogida a los migrantes y refugiados que “no son un peligro, sino una ayuda que nos enriquece, tal y como señalan los obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones, en su mensaje para esta jornada.
La diócesis realiza cerca de 10.000 atenciones en el último año
Durante el último año “las distintas entidades y recursos de la diócesis han atendido cerca de 10.000 solicitudes de ayuda, en las distintas áreas de acción”. Entre las labores realizadas con migrantes y refugiados se encuentra, “además de la acogida, la búsqueda de empleo, el asesoramiento jurídico, la formación y la ayuda económica”, según Olbier Hernández.
En la diócesis de Valencia, distintas entidades trabajan conjuntamente “para atender y colaborar en la lucha por mejorar las condiciones de vida de las personas migrantes y refugiadas”, según el delegado episcopal. Una tarea que se desarrolla con el proyecto diocesano de acogida y ayuda a refugiados y cristianos perseguidos “En casa hay sitio para un hermano más”, del que forman parte la Delegación Diocesana de Migraciones, Cáritas Diocesana de Valencia, el Servicio Jesuita a Migrantes y la Confer, entre otras instituciones.
La acción diocesana va más allá de la acogida, ya que “con la labor conjunta de todas las entidades de la iglesia valenciana se trabaja para “acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados”, tal y como señala el papa Francisco, cuatro verbos con los que el pontífice “dibuja los ejes para abordar de manera integral el fenómeno de la movilidad humana”, ha añadido.
En este sentido, “la Iglesia trata de acompañar a las personas en cada una de las etapas de la experiencia migratoria, es decir, en la salida y a lo largo del viaje, en la llegada y también el regreso”, según Olbier Hernández
Caritas Diocesana. Nueva residencia para mujeres migrantes
Por su parte Cáritas Diocesana de Valencia ha puesto en marcha una nueva vivienda para mujeres migrantes en situación de vulnerabilidad que suma a las cuatro en las que se alojaron, en 2018, 42 varones procedentes de Costa de Marfil, Mali y Senegal.
En este sentido, el 53 por ciento de las personas atendidas por la entidad el año pasado en toda la diócesis eran personas extranjeras.
Además, durante el pasado ejercicio, Cáritas gestionó en la diócesis de Valencia otras 25 viviendas, en las que se alojaron 113 personas miembros de familias en situación de vulnerabilidad. De ellas, el 76 por ciento eran personas migrantes. El programa de Intervención social con familias en viviendas atiende a familias de veinte nacionalidades, procedentes de América Latina, África, Europa del Este y Medio Oriente.
En el marco de la movilidad humana forzosa, Cáritas Diocesana de Valencia ha seguido atendiendo a familias migrantes en riesgo social y solicitantes de protección internacional cuando agotan o quedan fuera del sistema de acogida oficial y se encuentran en situación de especial vulnerabilidad. De las personas extranjeras alojadas en las viviendas de Cáritas, 53 son o han sido solicitantes de asilo (refugiadas).
Mensaje del Papa Francisco
En su mensaje con motivo de esta jornada, el papa Francisco denuncia la cultura del descarte que se ceba, especialmente con las personas migrantes y refugiadas: “las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata, se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales”.
En su mensaje el papa, anima a la iglesia a “recuperar algunas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad”, ya que, según explica, “al mostrar interés por ellos, nos interesamos también por nosotros, por todos; que cuidando de ellos, todos crecemos; que escuchándolos, también damos voz a esa parte de nosotros que quizás mantenemos escondida porque hoy no está bien vista”.