Compromís: “El gobierno de Bielsa incumple la ley presupuestaria”
El alcalde de Mislata convocó un pleno ordinario el día 22 de julio, de manera irregular, para sacar adelante la aprobación de un crédito extraordinario por un importe superior a los 640.000 euros que la corporación municipal desconoce si consta de la autorización obligatoria que debe hacer la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, a pesar que el grupo municipal Compromís per Mislata preguntó insistentemente sobre la existencia de este informe. Este crédito está destinado a pagar las facturas pendientes de los ejercicios 2014 y 2015 que ascienden a un total de 641.413,37 euros y que, según la portavoz municipal, María Luisa Martínez Mora, “no han salido de los cajones” pero que hasta hace poco más de una semana la oposición no tenía conocimiento de las mismas.
La cuantía que el Ayuntamiento de Mislata debe a las diferentes empresas pasa de los 39.000, 60.000, 129.000 o 144.000 euros de las más grandes, a facturas muy pequeñas de 3.25 euros en material de oficina u otras de 4.26 euros en tornillos que en algunos casos llevan esperando a ser abonadas más de año y medio. Ante esta situación el concejal de Compromís per Mislata, Javier Gil,.ha declarado que “resulta lamentable que la ‘gran gestión económica’ que nos vende el señor Bielsa nos haya obligado a solicitar un crédito de más de 640.000 euros para pagar facturas que, en algunos casos, sobrepasan de poco los tres euros”.
Pero, según Compromís per Mislata, el problema que tiene el gobierno de Bielsa entra las manos va mucho más allá. Según el informe de intervención referente a la solicitud del crédito “los gastos derivados de la operación de crédito no se encuentran debidamente presupuestados” y esto significa que el gobierno de Bielsa ha realizado gastos sin consignación presupuestaria y, por tanto, ha infringido la normativa vigente en relación a los presupuestos de las entidades locales, que considera en su artículo 173 “nulos de pleno derecho los acuerdos, resoluciones y actos administrativos que infrinjan esta norma”.
Además, cabe destacar que la operación que se quiere licitar, además de no contar con el permiso de la Generalitat, o al menos este grupo municipal no tiene constancia de su existencia; requiere de una modificación presupuestaria que garantice la consignación para poder hacer frente a las cuotas de este préstamo y que se tienen que pagar durante el año en curso.
Así, el portavoz de Compromís per Mislata, Javier Gil, ya apuntó en el pleno municipal que “la gran jugada maestra que el gobierno de Bielsa nos quiere vender es que con el remanente de tesorería se pagará este préstamo; y ante esta afirmación me pregunto si no sería más lógico tomar una decisión con más trellat y menos prisa. ¿Cómo cuál? Como amortizar otro crédito que tenga un tipo de interés más elevado y que, por tanto, resulte más caro para el pueblo de Mislata. ¿O como resulta que el dinero viene de las aportaciones vecinales es preferible quedar bien a ahorrar dinero al pueblo de Mislata? Así es. Lo que pretende el gobierno de Bielsa es tapar el pufo de las facturas impagadas de los años 2014 y 2015”. Gil añade que “este ayuntamiento ha tenido mucha suerte, ya que los titulares de las facturas impagadas en un plazo de 60 días desde su registro en el ayuntamiento pueden pedir los intereses de demora, establecidos para este período en un 8.05% anual, lo que podría suponer para las arcas municipales un incremento considerable del pufo”.
Por último, Javier Gil ha manifestado que “la cuestión es mucho más grave de lo que parece. Por un lado se han gastado un dinero sin estar presupuestado; y por otro lado, y prestando atención a un informe del Síndic de Greuges, los gastos realizados sin consignación constituyen posiblemente una vulneración de la Ley de Contratación Pública, ya que se ha prescindido del procedimiento de contratación legalmente establecido”.
Desde Compromís apuntan que no se mostrarían extrañados si durante el presente año siguieran apareciendo facturas “no salidas de los cajones”, pero que seguramente estarán esperando sobre una mesa o estantería. De hecho durante el actual ejercicio ya han salido facturas por valor de 800.000 euros, hecho que desmonta el tan pregonado hito del superávit de 1.7 millones de euros en las arcas públicas de Mislata.