Mercadona innova al diseñar una bola dosificadora para su detergente en cápsulas
La compañía incorpora a su detergente líquido en cápsulas para ropa blanca y de color una bola dosificadora reutilizable que mejora la eficacia del detergente al asegurar que se distribuya de manera uniforme
Mercadona cuenta con dos requisitos indispensables para seguir desarrollando su brutal transformación: la calidad y la innovación. Así es como ha nacido la bola dosificadora reutilizable para el detergente líquido en cápsulas para ropa blanca y de color, una innovación fruto de la búsqueda de la máxima comodidad de uso y máxima eficacia de las cápsulas de detergente. El diseño de la bola dosificadora hace que la cápsula no quede atrapada entre la ropa permitiendo que se disuelva mejor y garantizando una limpieza más efectiva.
A esta innovación, se suma la mejora en la fórmula de las cápsulas, incorporando una fragancia extra de perfume que aporta una agradable sensación de frescura y limpieza, y un sistema de protección de colores y blanqueante óptico, que realza el brillo de la ropa y hace que los blancos sean más blancos.
Tal mejora se ha desarrollado de la mano de su proveedor especialista Inquiba en las instalaciones de Guareña (Badajoz) para dar respuesta a las últimas tendencias, gustos y necesidades de “El Jefe” (como internamente denomina al cliente). Así, es un detergente concentrado de última generación fácil de usar, con tecnología enzimática que potencia el poder activo de limpieza sobre las manchas y un doble compartimento que incluye la dosis justa para que se disuelva rápidamente y revitalice las prendas.
Para ello, solo hay que colocar la cápsula de detergente dentro de la bola dosificadora y colocarla en el tambor de la lavadora, la bola asegura que el detergente se distribuya de manera uniforme. El film que la recubre se deshace al entrar en contacto con el agua de la lavadora, sin necesidad de abrir o perforar la cápsula.
Máxima calidad al mejor precio
Mercadona puso en marcha la estrategia SPB (Siempre Precios Bajos) en 1993, después de constatar que los productos que más se vendían eran los que tenían una máxima calidad al mejor precio, siempre en ese orden; y no cambiaban constantemente su coste. Durante estos años, la compañía no ha dejado de apostar por la calidad, uno de los retos principales a los que a diario se enfrentan todos los departamentos y cuyo impulso es una oportunidad para seguir ofreciendo al cliente productos, uno a uno, diferenciales.