“Mató y asesinó a mi padre y a dos compañeros ciclistas por ir drogada y bebida”
Un superviviente del atropello ciclista de Oliva pide a la justicia “llegar hasta el final” contra la acusada porque “nadie me va a devolver a mi padre”
Hace apenas tres años, el 7 de mayo de 2017, una chica cambió para siempre la vida de un grupo de ciclistas.
Los seis deportistas habían salido a la carretera con sus bicis cuando un coche les arrolló en la carretera nacional 332 de Oliva.
El desenlace para tres de ellos fue el menos deseado, ya que fallecieron por el impacto del vehículo.
Otros dos ciclistas sufrieron lesiones extremadamente graves, mientras que el tercer superviviente del atropello se salvó milagrosamente de las consecuencias físicas. Aseguran que este último sigue en un estado de “shock” importante tras lo sucedido con sus compañeros.
La chica, de 28 años por aquel entonces, dio positivo en las pruebas de alcoholemia y de drogas, lo que le hizo entrar directamente en prisión tras el atropello mortal. La joven cumplió un año de prisión provisional, hasta que pagó una fianza de 7.000 euros mediante la cual se encuentra en libertad provisional y con cargos desde hace aproximadamente dos años.
Esta mañana se ha celebrado el acto de conformidad entre ambas partes, resuelto sin acuerdo por discrepancias en la petición de años de cárcel para la acusada de homicidio imprudente.
Los abogados de la acusación piden la máxima pena, 4 años, y la defensa quiere reducir el tiempo.
El próximo 24 de mayo de 2021 se celebrará el juicio.
Habla el superviviente que perdió a su padre
Justo antes de que los abogados de la acusación confirmaran a las puertas de los juzgados de Gandia que no se había alcanzado un acuerdo, aparecía por las inmediaciones judiciales uno de los ciclistas que fue atropellado.
Además, esta víctima del accidente perdió a su padre, que compartía ruta ciclista con él y que falleció en el choque.
Mientras los letrados de ambas partes negociaban en el interior de los juzgados, el joven superviviente explicaba el dolor que siente “por revivir después de tres años el fatal accidente”.
Relata que “hoy es un día importante, después de tres años llegamos al punto en el que se juzga a la persona que ha causado tanto daño en la vida de seis familias y al ciclismo a nivel nacional; un día triste por recordar una vez más la situación en la que mi padre ya no está y han fallecido el resto de compañeros”.
El superviviente recuerda que “toda la vida vamos a recordar estos momentos, se juzga a la persona que mató y asesinó, por ir drogada y bebida, a mi padre y a dos compañeros ciclistas”.
“Pase lo que pase, entre en la cárcel o no, a mí y a las familias, nadie nos va a devolver a los fallecidos y nunca el tiempo volverá hacia atrás”, detalla el joven que se recuperó del atropello.
Respecto a la acusada afirma que “ha cometido un error, es una persona que imagino que en todo este tiempo ha podido reflexionar sobre sus actos y que haya entendido todo el daño que ha causado a seis familias”.
“El problema en España es que la muerte es un tabú, pero la droga no lo es”, así de contundente se muestra para explicar as circunstancias que desencadenaron el mortal accidente.
El superviviente, gravemente herido en el fatal accidente, relata que “a mí nadie me va a devolver a mi padre” (fallecido en el atropello).
Explica que, por su parte, “quiero ir hasta el final” en el proceso judicial contra la acusada, “hasta verle en la cara a esa persona si de verdad ella sabe el daño que ha cometido con su error a tantas familias, yo he perdido a un padre y mi cuerpo estaba destrozado, aunque por suerte yo hoy estoy aquí”.
Hace especial hincapié en que la joven, de 31 años en estos momentos, iba “bebida y drogada cuando nos atropelló”.
Ha querido lanzar un mensaje de responsabilidad al volante, ya que estas situaciones están consideradas como un homicidio imprudente al no tener voluntad de dañar o matar.
A pesar de ello, recalca que los hechos son los que son y que, tras matar a tres personas, “el daño es irreparable y quedará para siempre”.
“Yo no puedo estar conforme con nada, a mí nadie me va a devolver a mi padre, pero debemos entender que esta persona cometió un error y, antes o después, ella tiene que reflexionar; aunque el problema en España es la justicia porque la reforma del código penal es chapucera, no está completa y que me gustaría seguir luchando por ella, ya que yo no tengo porqué apuntar con una pistola a la cabeza de la acusada del atropello, sino que yo tengo que apuntar en la dirección de que esto no le vuelva a suceder a más ciclistas ni a nadie en la carretera”, concluye la víctima de atropello.