Marcos Giralt Torrente afirma que “el arte y la literatura nacen de cierta incomodidad con la realidad”

El escritor Marcos Giralt Torrente ha afirmado que “cualquier arte, también el literario, nace de cierta incomodidad con la realidad, con la necesidad de interrogarnos por ella e incluso modificarla”.

El autor, que ha participado en el Encuentro de Escritores de la Biblioteca Valenciana, acaba de publicar ‘Algún día seré recuerdo’, una cuarentena de textos escritos por él desde 2000, entre reportajes de prensa, crónicas de viaje, dietarios, semblanzas y fragmentos autobiográficos, reflexiones sobre arte y literatura, y también estampas familiares y alguna carta, con los que teje un discurso sobre las virtudes y las carencias de la memoria.

En 1995 escribió la colección de cuentos ‘Entiéndame’, a la que siguieron, entre otros libros, las novelas ‘París’ (Premio Herralde de Novela) y ‘Los seres felices’. En 2010 publicó la novela autobiográfica ‘Tiempo de vida’ (Premio Nacional de Narrativa y Premio Strega Europeo). Bajo los títulos ‘Mudar de piel’ y ‘El final del amor’ recopila relatos.

En su participación en el Encuentro de Escritores de la Biblioteca Valenciana, ha asegurado que “la literatura forma parte de la educación sentimental, porque somos lo que hemos vivido, visto y leído, e incluso lo que han vivido, y nos ha llegado relatado de ellos, nuestros mayores”.

Para motivar la lectura entre los ciudadanos, considera que debería implicarse toda la sociedad, no solo las autoridades educativas o culturales, y que hay que eliminar el concepto elitista de la literatura y el arte.

Es un autor alejado de las tendencias literarias del momento y su prosa intimista deja al descubierto, en algunas obras, una parte de su biografía y la de su familia. “En mi literatura, la familia ocupa un lugar central. La familia nos condiciona, no cabe duda, pero determinar el grado solo puede hacerse en el individuo, no en la generalidad”, ha indicado.

Giralt ha tenido un recuerdo para su abuelo, Gonzalo Torrente Ballester, del que recibió la enseñanza de “desconfiar de las generalizaciones y trazar tu propio camino, ajeno a las modas y a las interferencias; a creer en la literatura”.