El alcalde de Manises visita el Museo de Cerámica del municipio con motivo de la restauración de un pavimento de Francisco Dasí del siglo XIX
El pavimento es una obra única formada por 264 azulejos
El alcalde de Manises, Francisco Izquierdo, acompañado por la concejala de Promoción de la Cerámica, Turismo y Museos, Amalia Wollstein, ha realizado una visita al Museo de Cerámica del municipio con motivo de la reciente restauración de una de las piezas de la exposición permanente, que fue adquirida a principios de este año, un pavimento de Francisco Dasí.
El pavimento, que padecía algún desperfecto debido al paso del tiempo, el uso y la humedad, data de 1880 ca., y es una obra única formada por 264 azulejos de 20x20 cm., que procede de un palacio de Valencia. Como decoración central presenta un gran ramo naturalista en policromía, de pincelada minuciosa, enmarcado por una orla circular neoclásica en grisalla.
“Manises no se entiende sin su cerámica, es algo que nos define a todos los maniseros, por ello, cualquier adquisición como la de este pavimento único y el esfuerzo que desde el Museo de Cerámica se realiza a la hora de conservar sus piezas, no hace otra cosa que ampliar el legado histórico de nuestra ciudad”, ha explicado el primer edil del municipio.
Francisco Dasí fue un pintor ceramista valenciano de la segunda mitad del siglo XIX, que se especializó en la pintura sobre azulejos y que destacó por su realismo, que conseguía gracias a un tratamiento minucioso a base de pequeñas pinceladas, como se puede comprobar en el pavimento ahora expuesto en la sala del siglo XIX del Museo de la Cerámica de Manises, tras los trabajos de rehabilitación realizados por la restauradora del museo, Sara Blanes.
Durante la visita, Izquierdo y la concejala del área, también, han podido disfrutar de la vitrina dedicada a la porcelana de la fábrica Cerámicas Hispania, una de las tres industrias más importantes de Manises en la segunda mitad del siglo XX, otra de las novedades de la exposición permanente. Muchos años de búsqueda por el comercio de antigüedades y la donación de dos figuras por Juan Cristófol Colomer, han hecho posible su instalación para disfrute de visitantes y vecinos.