AGRICULTURA

Malas perspectivas para la próxima cosecha de naranjas por el calor y la baja humedad

ELPERIODIC.COM - 01/08/2023

La Unió prevé un descenso del 2% y que se convierta en la quinta campaña por debajo de la media productiva

La Unió Llauradora indica, tras realizar un análisis por el conjunto de las zonas productoras de la Comunitat Valenciana, que las primeras estimaciones reflejan una cosecha de cítricos para la campaña 2023-2024 en la Comunitat Valenciana de unos 2,8 millones de toneladas, lo que representaría un 2% menos que la pasada. Con esos datos sería la quinta campaña con una cosecha por debajo de la media. Los datos en el conjunto estatal también indican que habrá descenso de producción y se quedará por debajo de los 5,8 millones de toneladas.

En el conjunto de las variedades, destaca la bajada de producción prevista en el grupo de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas), las naranjas se mantendrían estables respecto a la de la campaña anterior y subiría la de limones y pomelos.

Esta merma de la capacidad productora se debe a varios factores, entre ellos la concatenación de diversas inclemencias meteorológicas a finales de invierno y primavera de este año.  Las altas temperaturas y la baja humedad de los meses de marzo o abril también dificultaron el cuajado y provocaron una caída masiva de fruta. 

Otros factores que han afectado son el bajo aprovechamiento comercial debido a las plagas, el hecho de que una parte importante de la superficie sean árboles viejos con menor rendimiento y finalmente también al abandono creciente de campos de cultivo por la baja rentabilidad de los últimos años.

La realidad productiva actual de los citricultores valencianos es que cada vez les cuesta más obtener rendimientos óptimos como consecuencia de las reiteradas incidencias meteorológicas y de una superficie de árboles envejecida. En este aspecto LA UNIÓ trasladará al nuevo conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, la necesidad de habilitar ayudas para reconvertir el arbolado viejo de bajo rendimiento con una aportación del 15% por parte de la Generalitat y otro 15% del Ministerio de Agricultura, tal y como se hizo ya hace unos años.

A juicio de LA UNIÓ es importante disponer de una buena sanidad vegetal y un control de plagas eficiente para que no haya destríos de fruta no comercial debido al impacto de las plagas. Todas estas circunstancias y el incremento desmesurado de los costes de producción (electricidad, fertilizantes, gasóleo, mano de obra, tratamientos fitosanitarios, etc.,) han provocado una descapitalización progresiva de los agricultores durante los últimos ejercicios citrícolas.

Con unos volúmenes de fruta similares a los del pasado año y el hecho de tener déficit de fruta en momentos puntuales provocará que haya un suministro ajustado que debería favorecer precios en origen buenos y estables si la demanda se sitúa dentro de unos parámetros de normalidad.

La organización agraria ve fundamental que se realicen campañas de promoción de nuestros cítricos ante el descenso del consumo. Por ello ha solicitado ya en reiteradas ocasiones al Ministerio de Agricultura que efectúe campañas de promoción, tanto en el ámbito de la Unión Europea como en países terceros, con objeto de cambiar la tendencia actual. Mientras tanto, la Generalitat debería continuar impulsando la campaña consensuada por todo el sector citrícola valenciano a través de la IGP Cítricos Valencianos para consolidarla y mejorar así el consumo de nuestros cítricos en el mercado interior.

Por otra parte, LA UNIÓ cree que ratificar o suscribir acuerdos por parte de la UE con terceros países sin estudios profundos ni rigurosos de impacto sobre los efectos que causan en nuestro sector agrario ni sobre las consecuencias de la posible entrada de una plaga o enfermedad es un grave error. Todos los acuerdos de la UE deberían llevar aparejada una reciprocidad en los estándares de producción o en el uso de materias activas y plenas garantías fitosanitarias en materia de plagas. En este último aspecto LA UNIÓ reclama un refuerzo de las medidas en origen para controlar enfermedades no presentes aún en la citricultura europea y la suspensión automática de las importaciones de cítricos procedentes de aquellos países terceros que no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos, así como propugna la extensión del tratamiento de frío a las mandarinas para evitar la entrada de la Falsa polilla.