El papa Francisco concede el título de Basílica menor a la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Lliria
Este reconocimiento “nos une más al Santo Padre y a la Iglesia universal”, afirma el párroco, Miguel Ángel Gómez
La Santa Sede, a través del Dicasterio del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, ha concedido el título de Basílica Menor a la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Lliria, un acontecimiento histórico para la localidad y su comunidad cristiana cuyos orígenes se remontan al siglo XIII.
De esta manera, este templo de Lliria, el tercero más grande de la Archidiócesis - después de la Catedral de Valencia y la Colegiata de Xàtiva- ha sido elevado por el papa Francisco a la dignidad de Basílica Menor y en esta iniciativa, para su designación, se han unido instituciones, asociaciones, toda la feligresía, grupos pastorales, cofradías, así como el Ducado de Alba (porque el duque de Alba es duque de Lliria) que también se ha adherido al proyecto.
Ante el anuncio hoy del decreto por el que se designa Basílica menor a la parroquia de la Asunción, para celebrar “este acontecimiento tan importante”, esta mañana las campanas de la ciudad voltearán a “gran solemnidad” . Por su parte, la celebración solemne como Basílica arciprestal tendrá lugar en los próximos meses.
Para que un templo pueda alcanzar el título basilical debe reunir varios requisitos, entre ellos: “ser un templo de excepcional esplendor, levantado con un perfil destacado; ser el foco espiritual de una comunidad que es santuario para la multitud de devotos que acuden a él y poseer un tesoro espiritual y sagrado, dando culto ininterrumpido al Señor, a la Virgen y al santo venerado en él”.
Y es que la parroquia Asunción de Nuestra Señora de Lliria es el templo de referencia dentro de la Vicaría V de la archidiócesis de Valencia, donde se realizan todas las celebraciones litúrgicas y festivas dentro de las fiestas patronales de Llíria. En él se veneran imágenes de los patronos de la ciudad de Llíria: San Vicente Ferrer y San Miguel Arcángel.
“Honrar con estos honores a un templo parroquial es algo grande para la archidiócesis”
Ante la concesión de este título, el párroco de la Asunción, Miguel Ángel Gómez Castellano, que lleva tan solo un año como titular de esta parroquia de Lliria pero donde ha ejercido su ministerio años atrás, transmite su inmensa alegría.
“Se trata de procesos largos y asusta la magnitud de lo que va a acontecer, pero, es una gran alegría para toda la gente, ya no solo de la parroquia sino de toda la ciudad, porque Lliria va a tener una iglesia basílica que nos une al Santo Padre y que nos une en la comunión de la Iglesia universal”, afirma. Se trata de un gesto más del papa Francisco hacia la archidiócesis, especialmente, a los valencianos, con el recuerdo de los damnificados por la DANA a quienes ha enviado y transmitido constantes muestras de cercanía.
Las basílicas mayores están solo en Roma y las basílicas menores "son comunión con el Papa en las distintas archidiócesis o diócesis del mundo”. Por ello, “ponerte en ese valor y en ese título y honrarte con esos honores a un templo parroquial, es algo grande para la archidiócesis”.
Actualmente, “Lliria es un lugar de peregrinación sobre todo por dos lugares concretos: el monasterio de San Miguel - el mes de septiembre es San Miguel, y es un hormiguero de gente- y también el paraje de San Vicente, donde logró el milagro San Vicente Ferrer”, explica el párroco.
Y, al mismo tiempo, la Basílica acoge también la devoción de los patronos de Lliria y esto significa una “puerta abierta a todo el mundo, para que venga a conocer las devociones, a conocer la historia y a conocer todo lo que lo que podemos ofrecer como patrimonio, y también como patrimonio religioso, que es mucho”.
Miguel Ángel Gómez, que asegura ser “heredero” de lo que han hecho sus antecesores, afirma que la Basílica de la Asunción reúne todos los requisitos para tener este título, uno de ellos, su arraigada devoción y porque su iglesia es de una “magnitud considerable”.
Autorización del Arzobispo en 2023
Ante la inquietud y el deseo de reconocer y dotar de esta dignidad a la parroquia arciprestal de la Asunción de Nuestra Señora de Lliria, se creó en el año 2011 una comisión para iniciar los trabajos e informes para obtener la concesión de la Santa Sede.
En 2023, el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, dio su autorización con el “nihil obstat” y tras remitir la documentación a la Conferencia Episcopal Española se envió posteriormente a la Santa Sede que ha concedido el título.
La iglesia de Lliria pasa a ser la octava Basílica de la diócesis después de la Basílica de la Virgen de los Desamparados; la Basílica de San Vicente Ferrer; la iglesia Catedral-Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia; la Basílica parroquial de San Jaime Apóstol de Algemesí, la iglesia colegial Basílica Santa María de Xàtiva; la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en Valencia; y la Basílica de Benissa, concedida a la parroquia Purísima Concepción y San Pedro Apóstol.
Templo parroquial de la Asunción
La construcción del templo actual es del siglo XVII: “excavaron parte de la montaña para edificarlo”. Se construyó entre los años 1627 y 1676, aunque su fachada con esculturas no fue terminada hasta el año 1704. Se trata de una iglesia barroca que sigue el espíritu de la Contrarreforma.
Los maestros de obra fueron Martín de Orinda y Tomás Leonard Esteve. Posteriormente se incorporó Pedro de Ambuesa, quien probablemente ejecutó la fachada. Las imágenes son obra del escultor Raimundo Capuz realizadas entre 1700 y 1704. El interior consta de tres naves con arco de medio punto comunicadas por arcos del mismo estilo.
Del templo, destaca el crucero, el presbiterio y la cúpula con tambor octogonal que descansa sobre pechinas. Allí se conserva el mausoleo de los duques de Llíria y de Alba, construido en Roma por el escultor José Álvarez.
Posee las reliquias del Beato Juan Bautista Faubel Cano, mártir feligrés de esta parroquia y también el antiguo baldaquino de la S. I. Catedral de Valencia. Igualmente, en su interior conserva el Stmo. Cristo de la Sangre, de fuerte devoción para los llirianos.