Miles de personas conmemoran mañana en Llíria el milagro de la fuente que hizo brotar San Vicente Ferrer en 1410
Con una misa y una rogativa que partirá a las 9 desde la parroquia de la Asunción
Miles de peregrinos participarán mañana, lunes, en la rogativa a la Font de Sant Vicent, en el término municipal de Llíria, con motivo de la festividad de San Vicente Ferrer, copatrón de la localidad.
Durante la rogativa, que partirá a las 9 horas desde la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, los peregrinos portarán la imagen del santo valenciano, patrón también de la Comunidad Valenciana, en un recorrido de tres kilómetros, hasta llegar a la ermita de San Vicente Ferrer, situada junto a la fuente, donde el santo hizo brotar un manantial “con agua que nunca faltará”, según palabras que la tradición atribuye al propio San Vicente Ferrer.
A continuación tendrá lugar una misa solemne en el interior de la ermita presidida por la imagen del santo y celebrada por el vicario episcopal Arturo Ros y, posteriormente, se bendecirán las aguas del manantial, “recordando una antigua tradición” según ha indicado hoy a la agencia AVAN el párroco de la Asunción de Nuestra Señora de Llíria, Juan José Llácer.
De regreso a la localidad, la imagen del santo se cruzará con la del patrón de Llíria, San Miguel, a su paso por la parroquia María Madre de la Iglesia. Con las dos imágenes a cuestas, los peregrinos devolverán la imagen de San Vicente Ferrer al templo de la Asunción, donde permanece todo el año.
Igualmente, el próximo domingo, 4 de mayo, la parroquia de la Asunción acogerá a las 12 horas la celebración de una misa solemne tras la cual tendrá lugar un pasacalles con los mayorales, clavarios y Junta de la Cofradía de San Vicente Ferrer. Asimismo, por la tarde, una solemne procesión interparroquial recorrerá las calles de la localidad con las imágenes de San Vicente Ferrer y de San Miguel, acompañadas por la Banda Primitiva de Llíria y por la Banda Juvenil de La Unió Musical, respectivamente, ha añadido el párroco.
La romería a la ermita de San Vicente recuerda la visita del santo valenciano a la localidad de Llíria en el año 1410, cuando padecía una fuerte sequía. Según la tradición, “el santo predicó un novenario en la iglesia de la Sangre y desde allí partió en rogativa penitencial hasta el lugar donde actualmente se ubica el santuario e hizo brotar de nuevo el agua del manantial, diciendo 'el agua de este fuentes crecerá o menguará, pero para beber nunca faltará´”.