Denuncian agresiones en el servicio de Salud Mental del hospital de Llíria
CSIF reclama refuerzos urgentes de personal y mayor control en los accesos de las habitaciones
El sindicato CSIF ha pedido a Gerencia del departamento de salud Arnau de Vilanova-Llíria que refuerce con más personal el servicio de Salud Mental del Hospital de Llíria. En esta solicitud la central sindical advierte de “agresiones” por parte de unos pacientes a otros y también a trabajadores. El sindicato exige más protección.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explica, en el escrito presentado por registro de entrada, que “la mayoría de los pacientes psiquiátricos son hombres cuyas distintas patologías les hacen vivir en una realidad en la que piensan que su mejor defensa es atacar. Así, suelen hacer blanco de su agresividad a los trabajadores y, en menor medida, al resto de pacientes”.
El sindicato alerta de que el personal “está harto de ser agredido verbal y físicamente. Reciben patadas, empujones, golpes y amenazas prácticamente a diario. Si tenemos en cuenta que la mayoría del personal son mujeres, la desventaja a la hora de un ataque por parte de un paciente masculino se hace patente, ya que son objeto principal de las vejaciones”.
La central sindical avisa que el riesgo de “agresión y acoso” se agrava debido a que “se les entregó a las trabajadoras unas alarmas portátiles para que en caso de ser agredidas pudieran pulsarlas, pero no funcionan”. A esta circunstancia se suma la escasez de personal por la noche, “ya que en una sala con 18 pacientes conflictivos se quedan trabajando 1 enfermero y 2 TCAE”.
El sindicato señala que en esa sala “pacientes hombres y mujeres están mezclados en distintas habitaciones cuyas puertas no pueden cerrarse con pestillo. Esto constituye un caldo de cultivo debido a que el nivel de agresividad sexual de algunos de estos pacientes resulta difícil de controlar. Cuando un trabajador se dedica a atender a un paciente, otros llegan a colarse en habitaciones de terceros pacientes”.
CSIF recalca que “esta situación es cada vez más insostenible”. En este contexto reclama con urgencia “más personal por la noche, con al menos dos enfermeros y dos TCAE que puedan turnarse para la vigilancia del pasillo mientras se atiende las necesidades del resto de la planta y mantener al mismo tiempo la seguridad de los profesionales".
La central sindical reivindica igualmente que “al no poderse cerrar las habitaciones, se instale una alarma en la puerta de cada una para que cuando se abra por la noche los trabajadores puedan efectuar un mejor control”. En esta línea ha solicitado también por escrito “un sistema de alarma en caso de agresiones que funcione correctamente y que el personal pueda llevar encima para afrontar posibles emergencias”.
El sindicato insiste en “resolver de una vez por todas las competencias de los trabajadores a quienes corresponde la vigilancia y contención de los pacientes y que se contrate suficiente personal para garantizar esa seguridad”. Del mismo modo reclama “protocolos y entrenamiento a los profesionales ante las situaciones especiales que requiere este servicio”.