El PP llevará al Senado la Proposición de Ley de Montes de Socios para la regularización de dos millones de hectáreas de terreno forestal
El Grupo Parlamentario Popular llevará al próximo Pleno de la Cámara, que se celebra los próximos días, 19 y 20 de marzo, la Proposición de Ley de Montes de Socios, con el objetivo de regularizar, al menos 2 millones de hectáreas de terreno forestal, dispersas por todo el territorio nacional y que, hasta ahora, carecían de una normativa propia que permitiese su gestión, uso y adecuada conservación.
La Proposición de Ley pretende recobrar las inmensas posibilidades que ofrecen los montes colectivos; primero, consagrando su existencia y la necesidad de una apropiada gestión de sus recursos y, segundo, garantizando su sostenibilidad en términos económicos, pero sobre todo sociales y ambientales.
“Se trata de evitar el abandono de estos montes y bosques, dotándolos de valor real, y asegurar que sus productos y beneficios puedan permanecer en sus respectivos territorios”, señalan los populares en el Senado. Con ello, “no solo se rescatarán del olvido y del desamparo jurídico territorios hasta ahora desolados, sino que se potenciarán las relaciones de colaboración y solidaridad entre los propietarios, descendientes de los primeros adquirentes, por un lado, y entre los montes y sus pueblos, por el otro”, añaden.
Esta Proposición de Ley se encuentra alineada con la preocupación y el compromiso firme del PP con el mundo rural y con la lucha contra el abandono y la despoblación. La implicación de nuevos agentes con sus raíces rurales, a través del reconocimiento de su condición de condueños y la vocación colaborativa y solidaria que se requiere para la gestión de los montes de socios, servirán para sumar nuevos esfuerzos que pongan freno al proceso de despoblación en muchas zonas de nuestro país.
El GPP asegura que, con esta Ley, no se pretende tanto que los propietarios recuperen sus montes, sino que sean los montes los que recuperen a sus propietarios, puesto que no hay nada tan vulnerable, tan inane y potencialmente dañino como un monte sin dueño que pueda conservarlo, gestionarlo sosteniblemente y legarlo, de nuevo, a sus descendientes.
Señala también que el abandono, que es la primera y más perniciosa consecuencia de la despoblación del mundo rural, abocaba a los montes y bosques a la sobreexplotación furtiva o a la infrautilización que, en cualquiera de los casos daba lugar a la pérdida de enormes posibilidades económicas y ambientales y, en el peor de los supuestos, a incendios forestales consecuencia del descuido y de la desidia.
“Precisamente, los incendios forestales que asolan cada verano la geografía nacional encuentran su mejor caldo de cultivo en los montes peor gestionados y conservados. En este contexto, la incorporación de los montes de socios a un modelo de aprovechamiento sostenible contribuirá significativamente a evitar incendios o a lograr que los que se declaren sean menos devastadores”, aseguran los populares.
En este propósito, resultará fundamental la figura del propietario. En realidad, se cuentan por cientos de miles los propietarios de montes de socios en todos los lugares de España y del mundo a los que alcanzó la diáspora rural española, que ni siquiera saben que lo son gracias al legado de sus antepasados.