Gas, aceite o estiércol: los otros episodios en los que el polígono Belcaire de La Vall d’Uixó sufrió los malos olores
En las últimas dos semanas un fuerte hedor químico ha afectado a los trabajadores, que han denunciado mareos, picor de ojos y dolores de garganta
Esta semana cientos de trabajadores salían de las naves industriales del polígono Belcaire de La Vall d’Uixó huyendo del fuerte olor químico que los golpeaba.
Testigos presenciales lamentan un fuerte hedor que les produjo picor de garganta, lloros en los ojos e incluso dolor de cabeza. Una situación que se ha producido varias veces ya, la anterior solo una semana atrás, sin que, por el momento, se conozca su origen.
Sin embargo, no es la primera vez que ocurre un hecho similar, ya que este polígono, como muchos otros, sufren de forma periódica estos aires sucios. Y es que, desde hace años, varias fuentes de ‘contaminación’ han dado que hablar en la zona.
2009: el estiércol
En el año 2009 varias empresas ya denunciaron los malos olores que producía un vertedero ilegal de estiércol animal y cítricos en una zona para el secado de la naranja.
Un asunto que acabó en los tribunales con el compromiso de la empresa acusada de garantizar la mejora del sistema.
2015: el biogás
Un lustro más tarde, otra polémica saltó a la palestra, en aquella ocasión por una planta de biogás que, según las naves vecinas, generaba malos olores. Se ubicaba, en este caso, en el vecino polígono de Mezquita, ahora unido con Belcaire por un puente.
Ante las quejas de decenas de empresas, Conselleria y Ayuntamiento instaron a esta empresa a poner coto a los olores con un ultimátum para que se rebajaran sus emisiones.
2017: aceites usados
Otra polémica situación que se dio en Belcaire fue la de los olores que desprendía una empresa de aceites usados ubicada en el polígono.
El Ayuntamiento, de hecho, llegó a denunciarla por un presunto delito contra el medio ambiente y el Seprona abrió diligencias tras la ‘Operación Mel’ que buscaba atajar las humaredas de esta empresa.
Además, la Guardia Civil llegó a acusar al empresario de vender por toda España su aceite ‘reciclado’ sin haber sido en realidad tratado adecuadamente.