La Orquesta Sinfónica La Paz y el pianista István Székely pusieron en pie al público de l’Auditori de La Nucía
Gran concierto con piezas de Grieg y Sibelius
L’Auditori de La Nucía acogió un gran concierto de música clásica el pasado sábado con la Orquesta Sinfónica La Paz y el pianista solista István I. Székely. Fue una actuación muy aplaudida y ovacionada por el público de l’Auditori, que reconoció la dificultad interpretativa de las piezas, especialmente del “Concierto para piano y orquesta en la menor Op. 16” de Edvard Grieg.
Un concierto que se tituló “Alma Escandinava”, ya que se interpretaron piezas de los compositores nórdicos Edvard Grieg y Jean Sibelius. Una actuación que tuvo entrada gratuita, para que “la cultura y la música clásica llegue a toda la sociedad”, organizado desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Nucía.
Orquesta y piano
Este concierto de “Alma Escandinava” había levantado una gran expectación por juntos de nuevo sobre el escenario a la Orquesta Sinfónica La Paz de Sant Joan junto al pianista húngaro István I. Székely, con un gran repertorio, que hizo disfrutar a los amantes de la “música clásica”, bajo la batuta del gran Joan Espinosa.
El concierto arrancó con “Kuolema. Vals Triste” de Jean Sibelius. Para continuar con la pieza central de la actuación central que fue el “Concierto para piano y orquesta en la menor Op. 16” de Edvard Grieg. Todo un reto interpretativo para el pianista István I. Székely y la Orquesta Sinfónica La Paz, que realizó una actuación magistral en uno de los conciertos para piano y orquesta más apreciados y de gran dificultad. Fue tan aplaudida y ovacionada la interpretación del pianista húngaro, afincado en la Marina Baixa, que ofreció una propina para piano solo: “Claro de luna” de la Suite Bermasque de Claude Debussy.
Después continuó el repertorio del concierto la Orquesta Sinfónica La Paz con las piezas “Peer Gynt Suite nº1 op.46” de Edvard Grieg y la famosa “Finlandia, Op.25” de Jean Sibelius.
Con la entrega y dirección precisa de Joan Espinosa, director de la Orquesta y la solidez y dominio de un pianista como István Székely, junto a unos músicos que han dieron lo mejor de sí mismos dentro de su categoría, se ofreció un gran concierto que los espectadores de l’Auditori despidieron en pie.