“La Mujer de Negro” aterrorizó al público de l’Auditori
Los espectadores despidieron con una gran ovación a los actores
“La Mujer de Negro” demostró que tener miedo durante una obra de teatro es posible, el pasado sábado en l’Auditori de La Nucía. Este montaje teatral protagonizado por los actores Diego Braguinsky y Jordi Ballester creó una atmósfera misteriosa con una gran tensión, que aterrorizó por momentos al público nuciero, que despidió con una gran ovación de pie.
Es una obra de teatro basada en la novela homónima de la famosa escritora Susan Hill que fue adaptada por Stephen Mallatratt. Este montaje teatral dirigido por Rebeca Valls está protagonizado por los veteranos actores Diego Braguinsky y Jordi Ballester. Una obra de teatro que será recordada durante mucho tiempo por el público de l’Auditori de La Nucía, dada su singularidad y su fantástica y fantasmagórica, por momentos, puesta en escena. Pocas veces la sala nuciera tuvo un silencio tan intenso y un ambiente tan oscuro.
“La Mujer de Negro” aterrorizó l’Auditori
El pasado sábado la obra de teatro “La Mujer de Negro” creó una atmósfera especial para trasladar a los espectadores a un lúgubre y misterioso lugar de la campiña inglesa, en la que el público llegó a sentir hasta la humedad de las zonas pantanosas y a divisar entre la niebla una inquietante casa de campo. Un montaje teatral donde el patio de butacas formó parte de la representación con una cuidada iluminación, banda sonora, efectos sonoros y efectos especiales. Fue tan fantasmagórica y terrorífica la obra de teatro que aterrorizó al público en varios instantes de la representación teatral, demostrando que tener miedo durante una obra de teatro es posible.
Hace al público partícipe de la historia, que se queda “alucinado” con los efectos especiales del final de la obra, el gran juego de los claroscuros y las estancias que aparecen y desaparecen en la caja escénica, gracias a la luz.
Fue todo tan transgresor y poco convencional que el público nuciero tardó en reaccionar al final porque no sabía si había acabado la obra o no. Pero en seguida dedicó una gran ovación a los dos actores. Un largo aplauso puesto en pie, para reconocer el gran esfuerzo interpretativo realizado por Diego Braguinsky y Jordi Ballester, en este complicado e intenso montaje teatral de “La Mujer de Negro”.
El público tuvo un comportamiento exquisito, con un gran silencio durante la obra, como reconocieron los actores al final de la obra. No sonó ningún teléfono móvil y la mayoría de los espectadores apagó sus dispositivos como se pidió en el preludio de la representación, para que la atmósfera de la obra, no se rompiera en ningún momento.