Investigadores valencianos secuencian la variante covid de la segunda ola
Las cuatro mutaciones que han hallado son poco comunes y explican cómo ha evolucionado el virus
Durante los cerca de tres años de pandemia de COVID-19, el coronavirus SARS-CoV-2 ha acumulado diversas mutaciones en su genoma, siendo las más importantes para su evolución y supervivencia las encontradas en la proteína de la espícula: la proteína S. En este trabajo, investigadores valencianos e italianos, de la Universidad CEU Cardenal Herrera, el Instituto de Biomedicina de Valencia IBV-CISC y el Istituto Zooprofilattico Sperimentale della Sicilia “A. Mirri”, en Palermo, han obtenido el genoma completo de una secuencia que, aunque se engloba dentro de una variante previamente identificada, la variante B.1.1, presenta una combinación de mutaciones a lo largo de todo su genoma que aún no había sido descrita en las bases de datos internacionales del SARS-CoV-2.
La variante B.1.1 comenzó a circular en la primera fase de la pandemia, en concreto durante la segunda ola, entre septiembre y diciembre de 2020, antes del inicio de la vacunación. En su secuenciación, este equipo investigador ha detectado 20 sustituciones nucleotídicas con respecto a la variante original, la Wu-Han-1. Ocho de ellas son sustituciones sinónimas, es decir, no producen un cambio de aminoácido en la correspondiente proteína, mientras que las otras 12 generan un total de 11 sustituciones aminoacídicas. Según explica la profesora Consuelo Rubio, coautora del estudio e investigadora principal del Grupo de Virología Molecular de la CEU UCH, “cuatro de estas mutaciones halladas son muy poco comunes, por lo que son de gran interés para conocer la evolución del SARS-CoV-2”.
En el estudio se ha comparado filogenéticamente esta secuencia con las siete secuencias completas detectadas en Sicilia a finales de 2020, pertenecientes mayoritariamente a la variante B.1.177, que fue la predominante en la isla y también en el resto de Europa durante la segunda ola de contagios. “Esta comparación y las referencias bibliográficas consultadas revelaron que, probablemente, la mutación G181V en la proteína S detectada en esta nueva secuencia habría emergido en Sicilia, un dato que puede ser muy relevante debido a que se trata de una mutación en la proteína S del virus, la proteína más importante”, destaca la profesora Rubio. Además, la isla de Sicilia es una región especialmente interesante para su estudio ya que, pese a ser un área insular, tiene una amplia población, de unos 5 millones de habitantes, y en la segunda ola, entre septiembre y diciembre de 2020, se produjeron más de 85.000 casos de COVID-19.
La investigadora de la CEU UCH Consuelo Rubio señala: “Esta particular combinación de cambios en la secuenciación del genoma que hemos encontrado en esta variante no había sido identificada aún hasta la elaboración de nuestro estudio. La monitorización de estos cambios en las variantes del virus es importante tanto para conocer su evolución, como para desarrollar mejores técnicas de diagnóstico y prever posibles técnicas de evasión del virus hacia el efecto de las vacunas en las variantes emergentes”.
Equipo investigador italo-español
En este estudio han participado, por parte de la CEU UCH, los investigadores del Departamento de Farmacia Consuelo Rubio y Miguel Padilla; las investigadoras del Departamento de Ciencias Biomédicas Elisa Maiques, Marina Pascual, Verónica Veses, Teresa Lorenzo y Beatriz Ballester; y los investigadores del Departamento de Medicina, Chirag Sheth y Andrea González. Junto a ellos, el investigador Vicente Rubio, del Instituto de Biomedicina de Valencia IBV-CSIC. Los investigadores del Istituto Zooprofilattico Sperimentale della Sicilia “A. Mirri”, en Palermo, coautores del estudio junto a los investigadores valencianos son Annalisa Guercio, Giuseppa Purpari, Giuisi Macaluso, Antonio Lastra y Francesca Gucciardi.
Consuelo Rubio, Miguel Padilla y Elisa Maiques, de la CEU UCH, formaron parte del equipo que, en 2021, detectó los dos primeros casos de SARS-CoV-2 en animales silvestres en Europa, en concreto, en dos visones americanos. Y en 2022, con la participación de Vicente Rubio, detectaron el primer caso de este coronavirus en el mundo en una nutria salvaje de río, ambos estudios junto a miembros del Grupo SAIGAS de la Facultad de Veterinaria de la CEU UCH.